De atléticos a indios y colchoneros, pasando por atletistas

"Y usted, no pise ese Escudo..."
Luis, presidente de honor

miércoles, 30 de julio de 2008

Siempre quise ser de los vuestros

De los que caían a destajo cada vez que el John Wayne de turno desenfundaba. De los de las greñas y la cinta en el pelo, antes de que Rambo la hiciese suya. De los que el Daily Telegraph y demás rotativos de época ponían de palmadores impenitentes. De estorbo para el expansionismo del gran hombre blanco. Sí, de esos que bajaban la pradera en manada, montando a pelo y en una orgía de alaridos salvajes. De los que hablaban en plan Tarzán, y se saltaban a la torera los pluscuamperfectos y los pretéritos.

Tan distintos de aquellas casacas abotonadas hasta el gaznate, sosteniendo sobre sus cinturas sables de un fulgor perlán. Aquellas botas de caña impólutas. Esos gorros sobre los que refulgían dos espadas cruzadas rodeadas por un círculo dorado. Con el tiempo, le incluirían la corona. Aquellos tipos de bien vivir, que usaban winchester de una repetición a un paso de las thompson de Capone y sus muchachos. Los tipos enmedallaos hasta las orejas, que abatían indios como el que tira bolos un domingo antes del vermú. Esos, que eran los favoritos de media clase allá por la Intercontinental. Y que en tiempos de reserva se han hecho con la clase entera.

No, oiga, no, yo voy con los otros. Antes de verles ganar. Antes de verles perder. Están hechos a medida de mi corazoncito de zagal. Son los que me molan, tío.

Cuando aparecían dibujados sobre la tele, manaban un blanco y negro especial. Los ojos, se me abrían igual que sombrillas. La peli, adquiría de repente otra dimensión; como si su sola presencia inundara de magia el cuarto de estar, compartido entre la jauría familiar. Una sensación única, de grandeza infinita, que ni la sarta de Fofós (DEP), ni siquiera el capítulo del Lobo de Félix (DEP), era capaz de producirme. Allí estaban. Pinturrujeados hasta las trancas, salpicados de plumas y con sus torsos bronceados al sol del menda de campo a través. Los que aún vivían de la Tierra. Los que veneraban bosques y ríos. Aquellos que se inclinaban y honraban la bravura del venao caído ante su arco. Los quijotes con yelmos de plumón, adarga de pieles y rocín en pintas.

Los que pintaban bastos. O espadas de Custers. A los que achucharon el séptimo, la octava, la novena... Los que fueron temibles, hasta que los grandes jefes desaparecieron. A la par que los cuernos largos se extendían por el territorio sagrado como una mancha de aceite. Derramada por tantos adversarios, que no daba tiempo a vaciar las flechas del carcaj. A los que pretenden meter con calzador en reservas, donde el presente se difumine entre propios y extraños. Donde se quemen los libros y las lenguas que hablen del pasado... Un cojón.

Mientras alumbre una hoguera en la que contar la Historia. Mientras haya unos oídos. Unos labios. La leyenda, perdurará.

No sé, chico, igual todo se fraguó por inducción. De unas coderas despellejás, unos pantacas de tergal de a saldo y unas Tórtolas jodías en la puntera. Sí. Yo siempre he ido con los indios.

Antes, incluso, de conocer que a los atléticos se los llama así.

Por cierto, tome. Su colección de trofeos por castigo, su colt de tropecientas muescas y sus pavos con la cara del proscrito. Ande, llévese también a este de negro-silbato que gimotea por comer las migajas de sus manteles. Y saque a sus hombres y gutis de aquí. A la voz de ya. Que esta Raza no se entrega. Seguiremos la guerra a nuestro modo. Con nuestros medios. Con nuestra gente.

¿Ha oído hablar de Little Big Horn?...

S I E M P R E A T L E T I.-

4 comentarios:

Billie dijo...

Lo nuestro siempre ha sido ir contracorriente pero hubo un tiempo en el que íbamos todos juntos; ahora, los que nos mal-gobiernan se permiten el lujo de posar con la camiseta del enemigo. Saludos.

Anónimo dijo...

Los indios fueron siempre grandes guerreros, nosotros tambien lo fuimos, todavia quedamos un pequeño reducto que vamos a luchar con todas nuestras fuerzas ,contra el general Gil y el general Cerezo.
Ojala reunamos los suficentes indios para salir de la reserva, y hecharlos de nuestras tierras de las cuales se apoderaron indevidamente. FUERA LOS CUCHILLOS LARGOS.
Ellos no tendran la verguenza de morir con las botas puestas.
Un saludo guerreros.

Anónimo dijo...

NAVEGANDO a la CONTRA...

Anónimo dijo...

Venceremos, nos dejaremos la piel y siempre estaremos orgullosos de luchar contra los estómagos agradecidos que roban y venden lo nuestro, como el que vende una bolsa de pipas...ay de vosotros cuando nos tireis por el abismo, estais empujando hasta llevar al Atleti al mismo borde, pero tened cuidado porque a la que caemos os cogeremos del brazo con fuerza...