De atléticos a indios y colchoneros, pasando por atletistas

"Y usted, no pise ese Escudo..."
Luis, presidente de honor

lunes, 26 de enero de 2009

En un lugar del Campo...

De cuyo nombre siempre se hallará memoria, no mucho ha que vivía un plebeyo, de los de diario en el sobaco, buga de segunda mano y bronquios de fumador. Un plato de algo más campofrío que ibérico, hamburguesa las más noches, duelos y que llantos los sábados, dos velas los viernes, y algún que otro juan-palomo los domingos. Que suponian aquestos días de fruición pa toda esa rehala que corría en paños de los más menores en pos de un cuero de poco fuste y mucha cosedura, parío en redondo, el cual era de obligadura depositar en las redes de un portal trabado en varas. Frisaba la edad de nuestro plebeyo con una cuadrilla de Ligas, una Supercopa del Imperio, la mesma cifra de trofeos Inter-imperios y seis Copas de Su Majestá. Era de complexión atlética, seco de monedero, enjuto de filosa, gran trasnochador y amigo de la caza de hembras. Dícese, como es precepto entre varones en tiempos de antaño, que respondía al sobrenombre de “Chino” o “Nino”, sin llegar a entender en tamaño particular si tal apellido vinierale de unos ojos en más rasgados, o bien por aquél enjambre de pecas que asiáse sobre sus quijadas y pómulos. De una guisa u otra, sabíase que en utilizando “Vicente”, aquél penúltimo desgarbao, fé y honra de la estirpe de los Tunela, dábase la vuelta o enarcaba una ceja a la llamada.

Es, pues de saber que aqueste sobredicho plebeyo, los ratos que permanecía ocioso (que eran los más del año, mercé al bienquiesto INEM y toda su prole en india fila), se daba a leer sentencias sobre gentes prescritas, con tamaño placer y fruición que, en más abandonó de todo punto los menesteres del balompié, y aún la administración de sus lentejas. Y a tanto llegó su curiosidá et desatino en las dichas cuitas, que transcribió, Gutemberg mediante, ingentes cantidades de pergaminos; otrosy ocupóse de hacerlas llegar a todos los rincones del Reyno mediante correo ordinario y mecánico, debidamente lacradas en cera mitá bermellón, mitá albina, y que hacíanse encabezar en su leyenda, con una “L” miniada como partida, con un texto que venía a decir: “La prescripción, es la excusa del ladrón”. Y, desta guisa, repartió el plebeyo, que no caballero, ni siquiera hidalgo, todas las sentencias y desatinos de una camada de truhanes que habíanse allegao al balompié, como la cizaña se allegó a las espigas del trigo. Unidades y unidades de ciudadanos, supieron desde aquél entonces, quienes y qué apellido portaban aquellos que suponían tanta deshonra como vergüenza, dentro del Reyno del Manzanares.

Con aquestas razones perdía el pobre plebeyo el juicio. Que ya tiene harta coña que la razón, o el entendimiento, se llamare de la mesma condición que el conocimiento de una causa en la cual el juez ha de dictar sentencia... Y sí, perdiolo, ¡voto a... otro presidente de club!. Pues, en tanto nuestro Vicente pasaba las sornas en vigilia, espoleando la suya pluma y el propio rocín de pocos jamelgos, predicando a unidades y unidades las fechorías de un escudo de armas prescrito; date que por otros pagos, más de almenas y pendones, acontecía todo lo contrario.
Pajes, pajeros; trompetillas, trompeteros; voceantes, voceros; palmas , palmitas, higos, castañitas y palmeros; recaudos y recaderos, esparcíanse por las lindes del término, que decíase ya por entonces coto (privado de caza), armados con sus cornamusas de doce leguas, ansí como las suyas bocinas de veinte lenguas. Y desde aquellos días en la lontanaza de los tiempos, tras veinte eneros de loas, alabanzas y cuchi-cuchi, todo el Reyno desde uno al otro confín, de millares en millares, supo y tuvo como verdá universal, colocá al laíto del credo, las aves marías y las cuentas sin deuda del rosario, que ellos pusieron los ducados. Los maravedís y hasta los escudos. Que el Reyno es suyo, cual tienda de sanador de animales, de sus mercedes y de los vástagos de su blasón. Por siempre, señor. Y que el mayordomo del señor feudal, ducho en la materia desde que amanece, apetece; suelta de su faltriquera de noble cruzao con cooperador, la friolera de casi 30.000 millones de reales. Cerca de 10.000 millones de calillas. O, lo que es lo mesmo, 60 millones de pavos. De navidá a navidá. Pártanse cada cual ser los órganos que más a mano vénganle. Que aquesto es en verdá un santa-claus, y no lo que hace vulgar aparición anunciando turrones y juguetes.


Acontece pues que, cuando los pífanos y tambores tocan a balompié desde las torres más altas del Reyno, y las gentes de dispar condición e iguales orejas, acude presta y en masa a las lindes de la Pradera, do ha de dirimirse en singular batalla las mieles o las hieles, juntánse en sucia y descuidá apretura los miles y miles con los unidades y unidades. Codo con codo. Bocadillo con bocadillo. Bufanda con bufanda. Y ansí, cuando tornábase la baraja de copas a bastos, pues los oros hacía ya lustros que no se cataban, y las gentes de la Ribera, extrañamente, levantábanse de sus bancadas a clamar justicia, honor y sangre, date que los miles y los miles pedíanle justicias al cabo de guardia que simulaba entreno en la garita baja; en tanto los unidades y unidades, señalaban al apellido con el noble escudo de armas colgao del palco. ¡Herejía!. ¡Al que ponía los ducados!. ¡Al vástago, cuyos ancestros salvaron el castillo, rescataron a la dama y fazieron navegable el foso!. ¡Pluguen los cielos!. Y los miles y miles,daban cobro en chiflos con los labios, y zarandeaban y facian recriminaciones varias sobre las unidades y unidades. Aquellos vástagos de la locura. Que tamaña desmemoria y suprema desvergüenza osaban mostrar para con los benefactores señores feudales. Los inocentes. Los que pusieron los jurdeles. Los que plantaban billes de a 500. Los votaos. Pues de tal guisa lo habían proclamao sus mensajeros, palmeros y pajes por todo el Reyno. A toda frontera. A todo tiempo.
A Dios gracias, que nos queda el sancta-sanctorum de la Ynformación, doña Ysabel. En otrora caso, ¿de qué manera podríamos hallar defensas los miles y miles de esas unidades y unidades que portan los colores de la falacia por bandera?.

Por la sentencia.
¡Senténcienlos!


P O R V N A T L E T I D I G N O.-

3 comentarios:

Anónimo dijo...

...son molinos de viento don cipote,se va usted a dar el ostion padre...

...que no querido sancho,que no...que son delincuentes prescritos,ademas de vikingos,inutiles,golfos y vagos...

...no vaya don cipote¡¡¡,no ve las aspas que tienen...?...mire, mire,...el aspa de la prensa,el del faraon municipal,el de la señora rumores...


que ingenuo eres sancho...que ingenuo..alla voy...AUPA ATLETI¡¡¡¡


....ya le dije don cipote que esta usted mas palla que paca...que no se puede ir por la vida asi...que lo nuestro es conseguir esa insula en donde comer,dormir,pastar,follar cuando se pueda,vejetar y mirar hacia otro lado...y si mete un gol pernia hacer la ola con la bota de vino y la alcachofa comprada de radio marca y tal...tenga caridad don cipote y dediquemonos a conquistar la insula del buen vivir...


pero amigo...cuando el pesao,el heroe,el mindundi...estaba en su lecho de muerte...el triperillo de sancho lloraba..."quien deshara ahora los entuertos de caratorcida,estirpe osma"...


estamos jodidos,rodeados de giles,mediocres,funcionarios periodista-deportivos y funcionarios al servicio del poder...

son molinos de viento luismi

un abrazo de uno que ya no sabe si quemar todos los libros con el dentro...

aupa atleti,pero aquel...el de olor a farias...

cochise dijo...

No me doy el tiro en el pie, hasta que los miles sean unidades, y las unidades miles. Hasta que se expanda y libere la información secuestrada sobre el Atleti, también secuestrado.

Entonces, se jugará con las mismas cartas. Sin naipes marcados.
Entonces, podré juzgarme y juzgar a la afición desde su Historia.

No somos lo que no vemos. No puede haber revolución si Luis XVI es presentao como el rey Sol. En esta era de la información, donde "todo se cuenta. No como hace 50 años...".
Já.

Un abrazo de esperanz, Abel.

Billie dijo...

Hola Cochise, perdón por el spam ;-) Quería informarte, a ti y a tus lectores, de que Pobre Atleti publica, desde hoy, toda la información del club en forma de noticias, además de mantener sus artículos de historia, semblanzas y post de los autores. Gracias y perdona las molestias.