De atléticos a indios y colchoneros, pasando por atletistas

"Y usted, no pise ese Escudo..."
Luis, presidente de honor

miércoles, 30 de septiembre de 2009

Naúfragos, gambas y paréntesis

Pa ser honestos, el tipo estaba sentenciao. Desde que su viejo, en un doble mortal con tirabuzón, decidió ponerle por nombre Robin. En memoria, quizás, de aquél bandolero con arco que robaba a los ricos pa darselo a lo pobres, en los sajones bosques de Sergud. Tuvo que parirlo su madre allende los Pirineos, en lugares profanos, pa escapar de los Tomás, Santiago, Mateo, Pedro y demás nombres pro-santoral que eran los propios y cabales en la vieja Piel de Toro. Allí, en las extranjerías, pudo darse el gustazo de ponerle Robin. El gustazo, y los santos cojones; pues no hubiera pasao a mayores de no ser porque el padre lucía en el escudo de armas el apellido Son. Y su señora esposa, el de Crusó. Así es que, dicho de completo, quedaba un pan como unas hostias. De modo que al crio le pusieron en un brete de por vida. Sobre todo, en aquella época escolar, donde cualquier soplapollez era susceptible de ser sacada punta hasta el infinito y más allá. Imagínense el trago del chaval, cada vez que el maestro pasaba lista con nombre y apellidos. Como era precepto. Lo peor de todo, es que estaba más solo que la una en la mofa y befa. Ni un Ángeles Baile Lapieza, ni un triste Armando Bronca Segura pa llevar a pachas aquella cruz con forma de heráldica. Dicen que con el bautismo, se dá crucifijo y ajos al pecado original. Y un mojón. En el curioso caso de Robin Son Crusó, lo que le hicieron con el derramamiento simulao del agua del Jordán, fue una putada tamaño XXL.

Así es que, con esa hoja de servicios, a nadie extrañó que, metido en la época de mozo, tuviera un naufragio por curriculum en un crucero de placer por el Pacífico. Al poco de inaugurar la estación de metro. Calvino, se hubiera partío la caja de todo aquél hatajo de herejes que descreían antaño de su teoría sobre la predestinación. Angelicos… El buque quedó hecho unos zorros, y Neptuno se lo llevó pa sus adentros, en vista de que no le caía metal alguno durante más de una década por los que dicen sus pagos. Porque eso de quedarse boquerón en pleno océano, como que no está ni medio bien. En más si se trata de todo un ser superior. O algo menos, que pa esos menesteres ya tenemos a otros. Sea como fuere, al tipo le dejó a pleno gayumbo en mitá de una playa tipo catálogo viajes marsans. Sin pre-reserva, comisiones ni tasas y sin chacha pa cambiarle las sábanas. Eso sí, los baños, inmensos. Podía plantar un pino en cualquiera de sus hectáreas. Alicataos en soledá y palmeras. Hasta el techo.


A los siete días de encontrarse allí, la mar quiso dejarle un regalo en brazos de sus olas, y le acercó hasta las arenas su maleta de viaje. Con sus correas de cierre y todo, aguantando el envite del agua y la sal. Se descompusieron cual SAD cuando intentó trabajar sobre sus hebillas. Daba igual, Habían sabido conservar el retrato de familia, una libra de tabaco de liar, la petaca y su Camiseta del Atleti. Lástima que no fuera la del Aviación, pa salir volando. O tuviera el número del Galgo del Metropolitano, pa enebrar por patas. También daba igual. Se la habian traído los dioses menores, y debía de dar gracias por el maná. Ya no se desprendería de ella, así 1.903 días pasaran.

A los veintiséis atardeceres, descubrió que no estaba solo. Había hallado a su otro cuadro de ajedrez: un hombre negro que sólo sabía decir “sí, buana”, y que caminaba entre paréntesis. Un viernes, decidió llamarle “Afición”. Y empleó muchas muescas a navaja sobre el tronco de una palmera, hasta que consiguió que andara con el culete apretao. De modo que no hubiera forma en que el bigote de una gamba le entrara entre las cachas. Como un Aragonés de cepa y sarmiento. Garnacha pura.

Pasaron mogollón y tres cuartos de marcas de metal sobre madera, hasta que apareció un barco. Las señales de humo, vienen que ni pintás pa estas ocasiones. ¡Qué gozada, qué alboroto, vaya perrito piloto!. Caminito de Jerez. A celebrarlo con ídem sobre la barra de cualquier bar. Donde echarse pa’l coleto unas copillas en compaña de cualquier amiguete de la infancia. Y si es del mismo equipo, miel sobre hojuelas.
- ¡Coño, Robin!, ¿y que me dices del Atleti…?
- No sé. Cuando le perdí el rastro, Marina aún tenía pelo. ¿Quién ha salido de último Presidente…?
- ¿Presidente?. Amos, no jodas; eso ya no se lleva. Desde el 92, esto es una empresa, con dueños y tó. El padre le dejó el Club al hijo, y algunos esperan que el nieto herede también.
- La hostia. ¡Cómo los Austrias y los Borbones…!. Entonces, ¿ya no se vota?.
- Sí, pero con “b”. Un bote, dos botes, vikingo el que no bote… Y el Pipi, claro.
- ¿Y cuantos títulos llevamos hasta ahora?
- Bueno, pues desde esos 25 años que llevas perdío… 4 Copas y una Liga.
- ¿Sólo?
- Quita, quita, que desde hace 13 no olemos ni uno ni otro…
- Joder, al menos se nos habrá visto por Europa…
- Menos que ná. Ahora hacen una especie de liguilla previa en la Copa de Europa, a la que llevamos un par de años seguidos entrando. Y alegrón; que nos tiramos casi una década sin catarla. Eso que acceden los 4 primeros de la Liga…
- ¿¡No hemos tenido cojones a quedar entre los 4 primeros en una década!?
- Pues no. Pero contando con que bajamos a Segunda hace 10 años, que nos estamos estabilizando y tal…
- ¿¡A segunda!?
- Sí, hubo líos del entonces presidente con la justicia y los políticos. El caso es que algunos dicen que robó las acciones del Club… Es que esto, ahora, va por accionistas y abonaos en vez de socios, ¿sabes?.
- Ya. Como Telefónica.
- Una cosa así. Con la jodienda de que si no se te dá buen servicio, pues te jodes y pagas la cuota anual y al que viene, si eso, te retiras. Siempre y cuando no te arree algún espíritu con una rama en la cabeza por desertor. O te retiren el abono si eres un pesao.
- Y, ¿no es posible pasarse al mejor servicio de la competencia?.
- ¡No me jodas, Robin, que esto es Fútbol!
- ¿Tú crees?. Coño, por lo que me estás contando… ¿Quién viene pa’l Villa de Madrid?, hablando de todo un poco.
- El niño del sexto sentido, si acaso. Va pa 6 años que no se juega…
- Pues vaya con el cartón de bingo que me estoy currando… Y Cecilio Alonso, supongo que estará entrenando al Equipo de Balonmano…
- De su pueblo, querido. La Sección desapareció cuando pasamos a SAD; sólo se podía por ley competir en una modalidá deportiva. Escogimos Vandorn. Qué digo, Promociones futbolísticas. ¡Coño, Fíutbol, que no me salía…!
- Venga, ¿Cuánto le metimos al adorable vecinito en la última?
- Pues uno. Pero nos cascaron dos…
- ¡Qué potra que tienen los jodíos!... Pero, ¿le habremos mojao la oreja a base de bien en alguna, no?
- Mojar, mojar… Bueno, ya sabes, los árbitros… Llevamos una década sin ganarles…
- ¡Joderrrrrrr!. Y esos niños del Atleti…
- Pues ahí andan, peleandose porque los del Barça no se los coman en un aula cualquiera de un colegio al azar de Madrid capital. Los otros, ya les doblan, triplican y quintuplican…
- Lavirgen, que devoro. Bueno, siempre nos quedará la Selección…
- ¡Ah, eso sí!. Campeones de Europa, con Luis en el banquillo. Le dieron hasta en el cielo de la boca, pero se salió con la suya y con los suyos. Y el gol de la final, lo marcó otro atlético en el exilio. En realidá, no hay nadie del Equipo en el combinao Nacional…
- Y de esa final de Copa de Europa soñada en el Calderón, ¿qué?
- Ná. No llegamos. Dicen que nos lo tiran en el 2013, y los bailes ya están pedidos.
- ¿Nos mudamos entonces?
- A un estadio olímpico que cuentan será la releche; pero que a mí me dá que nos la van a dar con queso…
- Al menos, pasta habrá…
- La de las hormigoneras, y pare usté de contar. Nos mudamos a pelo. Ni siquiera dá pa maquillar los 400 millones de deuda…
- Bueno, esa es la cifra que más o menos decían tenía don Vicente…
- Ya, colega. Lo que pasa, es que ahora contamos en una moneda que vale 166 calas periódicas. Multiplica.
- ¿Por más de 60.000 kilos de deuda-pesetas andamos…?
- Más o menos, que las cuentas de la SAD son como el secreto de la coca-cola. O más…
- ¿Ese pastón, por 13 años sin títulos, un descenso, suprimidas las secciones, una década sin ganar al eterno rival, quedarse con el Club por la cara…?. Y, ¿no se ha echao a estos a gorrazos?
- Pues no. Ahí andan algunos… Poquillos… A veces… Pa desestabilizar… es que no son mucho del Atleti, parece…
- Coge los trastos, Afición; nos volvemos pa nuestra isla. Allí te enseñaré a caminar entre paréntesis de nuevo.

2 comentarios:

Angel dijo...

La triste realidad de alguien que se levanta tras un tiempo dormido y ve en lo que se ha convertido el atleti.

Los que apenas hemos disfrutado de ese Atleti (yo empecé a enterarme con los goles de Alfredo, Futre y Schuster en sendas finales coperas en la pocilga) os envidiamos a los que si lo hicisteis.

Un saludo Cochise...

Anónimo dijo...

Te repito lo de cachondo encantador, pero no deja de admirarme tu capacidad de inventiva. Tus textos sobre nuestro Atleti son de lo poco que hoy por hoy me motiva.
Por cierto, también te veo generoso, regalando un título de más a la gilmafia. Don Jesús te lo agradecerá desde su tumba o Venezuela con un tal y tal y tal...
Un fuerte abrazo