De atléticos a indios y colchoneros, pasando por atletistas

"Y usted, no pise ese Escudo..."
Luis, presidente de honor

miércoles, 28 de enero de 2009

Jornadas de Club (que no SAD)

Organización. Era el desenlace de un chiste donde, en su nudo y trama, mogollón de tías y tíos vagaban a tientas en pelota picá, dentro de una sala a oscuras. Sin orden ni concierto.

En cierto modo, es lo que representamos los aficionaos encabronaos con unos dirigentes y una situación que se eterniza y, a la que de una forma u otra, queremos poner remedio. Cada uno aportando sus ideas, en la medida que cree pueden ayudar, si no a solucionar, sí a reivindicar que hay gentes por un Atleti más digno al otro lao de la tiza.


Así, se tiende a convocar manifestaciones para los días 26 de cada mes, que acaban quemando al personal a la tercera deserción. Puertas cero cada domingo, que parecen heredar el mismo síndrome. Uno dice que no hay que entrar los 15 primeros minutos. Otro, que si levantamos unas cartulinas. El compañero de más allá, a vr si podemos agenciarnos un pito y dar la matraca en el minuto 87. Ideas, que se arremolinan como cataratas y que, en demasiados casos, acaban por perderse entre las piedras, sin hacer cauce. Muchas gotas, pocos ríos.

Quizás, en este maremagno de “soluciones a granel”, convenga darle un sentido, un cuerpo, un nombre, y unas responsabilidades, a todo este torrente. Minoritario, queremos creer que aún. En un principio, focalizar los esfuerzos sobre una, dos fechas o tres fechas por temporada. No considero que más, aunque ancha es Castilla. Permitiría establecer un calendario de actuación, que redundaría en la mejora de los preparativos a desplegar; además de fijar unas fechas con las que, los más alejados del Calderón podrían contar para facilitar su presencia. Como el calendario laboral, pero en versión reivindicación del Atleti de Club.


Sobre esas jornadas a definir, que de paso sirven de encuentro entre las gentes del Atleti, intentar meter todo el arsenal que se consensue desde fuera y dentro del Campo. Organizar los pasos a dar. Que los demás atléticos se enteren que existen, y que se mueven a una los del Atleti digno. Y echarle imaginación por un tubo. Primero, pa que se suene; y segundo, pa que el que no participa, quiera entrar en el cotarro.

Se abre pues el tema a consulta, debate, modificación, aportación y demás ingredientes. A todo, menos a derogación. Pues algo habrá que hacer, aunque sea espaciao en el tiempo, pa dar sentido práctico a todas esas maravillosas ideas y debates que nos tenemos por los foros y blogs.


¡Ah!, y que aunque andemos encabronaos por la desvergüenza de estos dirigentes, se pueden además hacer esos días cosillas simpáticas y de ocio, aprovechando que el Tajo pasa por...


Un saludo, y

¡Siempre Atleti!

Por un Atleti digno.

lunes, 26 de enero de 2009

En un lugar del Campo...

De cuyo nombre siempre se hallará memoria, no mucho ha que vivía un plebeyo, de los de diario en el sobaco, buga de segunda mano y bronquios de fumador. Un plato de algo más campofrío que ibérico, hamburguesa las más noches, duelos y que llantos los sábados, dos velas los viernes, y algún que otro juan-palomo los domingos. Que suponian aquestos días de fruición pa toda esa rehala que corría en paños de los más menores en pos de un cuero de poco fuste y mucha cosedura, parío en redondo, el cual era de obligadura depositar en las redes de un portal trabado en varas. Frisaba la edad de nuestro plebeyo con una cuadrilla de Ligas, una Supercopa del Imperio, la mesma cifra de trofeos Inter-imperios y seis Copas de Su Majestá. Era de complexión atlética, seco de monedero, enjuto de filosa, gran trasnochador y amigo de la caza de hembras. Dícese, como es precepto entre varones en tiempos de antaño, que respondía al sobrenombre de “Chino” o “Nino”, sin llegar a entender en tamaño particular si tal apellido vinierale de unos ojos en más rasgados, o bien por aquél enjambre de pecas que asiáse sobre sus quijadas y pómulos. De una guisa u otra, sabíase que en utilizando “Vicente”, aquél penúltimo desgarbao, fé y honra de la estirpe de los Tunela, dábase la vuelta o enarcaba una ceja a la llamada.

Es, pues de saber que aqueste sobredicho plebeyo, los ratos que permanecía ocioso (que eran los más del año, mercé al bienquiesto INEM y toda su prole en india fila), se daba a leer sentencias sobre gentes prescritas, con tamaño placer y fruición que, en más abandonó de todo punto los menesteres del balompié, y aún la administración de sus lentejas. Y a tanto llegó su curiosidá et desatino en las dichas cuitas, que transcribió, Gutemberg mediante, ingentes cantidades de pergaminos; otrosy ocupóse de hacerlas llegar a todos los rincones del Reyno mediante correo ordinario y mecánico, debidamente lacradas en cera mitá bermellón, mitá albina, y que hacíanse encabezar en su leyenda, con una “L” miniada como partida, con un texto que venía a decir: “La prescripción, es la excusa del ladrón”. Y, desta guisa, repartió el plebeyo, que no caballero, ni siquiera hidalgo, todas las sentencias y desatinos de una camada de truhanes que habíanse allegao al balompié, como la cizaña se allegó a las espigas del trigo. Unidades y unidades de ciudadanos, supieron desde aquél entonces, quienes y qué apellido portaban aquellos que suponían tanta deshonra como vergüenza, dentro del Reyno del Manzanares.

Con aquestas razones perdía el pobre plebeyo el juicio. Que ya tiene harta coña que la razón, o el entendimiento, se llamare de la mesma condición que el conocimiento de una causa en la cual el juez ha de dictar sentencia... Y sí, perdiolo, ¡voto a... otro presidente de club!. Pues, en tanto nuestro Vicente pasaba las sornas en vigilia, espoleando la suya pluma y el propio rocín de pocos jamelgos, predicando a unidades y unidades las fechorías de un escudo de armas prescrito; date que por otros pagos, más de almenas y pendones, acontecía todo lo contrario.
Pajes, pajeros; trompetillas, trompeteros; voceantes, voceros; palmas , palmitas, higos, castañitas y palmeros; recaudos y recaderos, esparcíanse por las lindes del término, que decíase ya por entonces coto (privado de caza), armados con sus cornamusas de doce leguas, ansí como las suyas bocinas de veinte lenguas. Y desde aquellos días en la lontanaza de los tiempos, tras veinte eneros de loas, alabanzas y cuchi-cuchi, todo el Reyno desde uno al otro confín, de millares en millares, supo y tuvo como verdá universal, colocá al laíto del credo, las aves marías y las cuentas sin deuda del rosario, que ellos pusieron los ducados. Los maravedís y hasta los escudos. Que el Reyno es suyo, cual tienda de sanador de animales, de sus mercedes y de los vástagos de su blasón. Por siempre, señor. Y que el mayordomo del señor feudal, ducho en la materia desde que amanece, apetece; suelta de su faltriquera de noble cruzao con cooperador, la friolera de casi 30.000 millones de reales. Cerca de 10.000 millones de calillas. O, lo que es lo mesmo, 60 millones de pavos. De navidá a navidá. Pártanse cada cual ser los órganos que más a mano vénganle. Que aquesto es en verdá un santa-claus, y no lo que hace vulgar aparición anunciando turrones y juguetes.


Acontece pues que, cuando los pífanos y tambores tocan a balompié desde las torres más altas del Reyno, y las gentes de dispar condición e iguales orejas, acude presta y en masa a las lindes de la Pradera, do ha de dirimirse en singular batalla las mieles o las hieles, juntánse en sucia y descuidá apretura los miles y miles con los unidades y unidades. Codo con codo. Bocadillo con bocadillo. Bufanda con bufanda. Y ansí, cuando tornábase la baraja de copas a bastos, pues los oros hacía ya lustros que no se cataban, y las gentes de la Ribera, extrañamente, levantábanse de sus bancadas a clamar justicia, honor y sangre, date que los miles y los miles pedíanle justicias al cabo de guardia que simulaba entreno en la garita baja; en tanto los unidades y unidades, señalaban al apellido con el noble escudo de armas colgao del palco. ¡Herejía!. ¡Al que ponía los ducados!. ¡Al vástago, cuyos ancestros salvaron el castillo, rescataron a la dama y fazieron navegable el foso!. ¡Pluguen los cielos!. Y los miles y miles,daban cobro en chiflos con los labios, y zarandeaban y facian recriminaciones varias sobre las unidades y unidades. Aquellos vástagos de la locura. Que tamaña desmemoria y suprema desvergüenza osaban mostrar para con los benefactores señores feudales. Los inocentes. Los que pusieron los jurdeles. Los que plantaban billes de a 500. Los votaos. Pues de tal guisa lo habían proclamao sus mensajeros, palmeros y pajes por todo el Reyno. A toda frontera. A todo tiempo.
A Dios gracias, que nos queda el sancta-sanctorum de la Ynformación, doña Ysabel. En otrora caso, ¿de qué manera podríamos hallar defensas los miles y miles de esas unidades y unidades que portan los colores de la falacia por bandera?.

Por la sentencia.
¡Senténcienlos!


P O R V N A T L E T I D I G N O.-

martes, 20 de enero de 2009

Sin nanines ni bárcenas (a pelo)

Historia-extracto de una primica del 2004 que nunca salió en marca

(por Luis-Román Puerta Luis, Joaquín Giménez García, Julián Sánchez Melgar, Francisco Monterde Ferrer y Diego Ramos Gancedo, ninguno periodista, y todos jueces del Tribunal Supremo)


...Con el designio ya expuesto de hacerse con la totalidad del Club, Jesús Gil, en colaboración con Enrique Cerezo Torres, hizo que el Atlético de Madrid le fuera reconociendo deudas no reflejadas en la contabilidad del Club, otorgándose escrituras notariales...pág.7


...El mandato de la presidencia de Jesús Gil debía expirar en junio de 1991, pero no se produce el cese, ni la convocatoria de nuevas elecciones, ante la proximidad de la transformación de los clubes de fútbol en sociedades anónimas deportivas, prevista en la Ley 10/1990.-pág.7


...El 30 de junio de 1992 Enrique Cerezo depositó 650.255.200 ptas., procedentes del anticipo del préstamo, en la cuenta 465085-001 antes mencionada.- Como esos ingresos no tenían otra finalidad que aparentar el desembolso, para inmediatamente ser reintegrados, el 30 de Junio de 1992 Jesús Gil dirigió una carta al Banco de Vitoria, expresando que, habiéndose procedido en aquella fecha a firmar escritura de la cesión de la totalidad de los derechos de transferencia de los jugadores profesionales de la plantilla del Club, rogaba, en su calidad de presidente de la Sociedad Anónima Deportiva, se sirviesen transferir a la cuenta corriente abierta a nombre de Jesús Gil en la sucursal la cantidad de1.300.000.000 ptas.pág.10


...De esta manera Jesús Gil llegaba a ser propietario del 95% de las acciones, sin haber hecho él o Enrique Cerezo la aportación efectiva de 1.300.000.000 ptas. por un lado y de 650.255.200 ptas. por otro, correspondientes a tal desembolso...pág.11


...El 17 de Noviembre de 1992, Enrique Cerezo Torres, que no tenía acción alguna del Atlético de Madrid, suscribió con Jesús Gil un contrato por el que este último acusado vendía al primero, por veinte millones de pesetas, 23.507 acciones que representan el 9,46% del capital, lo que arroja un precio por acción de 850.- ptas, mientras que los 3.174 socios que sí desembolsaron el importe de las acciones que compraron abonaron por cada acción, cinco meses antes, ocho mil trescientas pesetas (8.400.-ptas).-pág.11


...El 22 de julio de 1994 el club traspasó a la Real Sociedad de Fútbol S.A.D. el jugador García Postigo, lo que supuso un ingreso bruto de 101.878.426 ptas. con gastos de operación por 3.687.387 de gastos financieros, 28.750.000 pts. Más 11.850.000 pts. de comisiones y 11.000.000 ptas. de indemnización al futbolista. pág.12.


Entre junio de 1992 y diciembre de 1997 aparecía una deuda contable de Jesús Gil, a través de Promociones Futbolísticas S.A., con el Atlético por importe de 2.700.000.000 de ptas.; y, ante ello, Jesús Gil y Miguel Angel Gil diseñaron un procedimiento para cancelarla, sin que ello supusiera el reintegro de esa cantidad, y que consistía en simular la cesión por parte de Jesús Gil al club de los derechos económicos y de imagen de unos jugadores que calificaron de profesionales, siendo el valor de esos derechos casi inexistentes.- Al efecto, otorgaron cuatro contratos con fecha cada uno de ellos de 16 de Enero de 1998, en virtud de los cuales Jesús Gil, actuando en nombre de Promociones Futbolísticas S.A., cedía al Atlético de Madrid, representado por Miguel Angel Gil, los derechos económicos y de imagen de cuatro jugadores de fútbol “profesionales”, Limamou Mbengue, Maximiliano de Oliveira Texeira, Bernardo Matías Djana, y Abass Moyiwa Lawal, fijándose en los cuatro contratos la suma total de dos mil setecientos cuarenta millones de pesetas (2.740.000.000.- ptas) más el I.V.A, que el Club Atlético de Madrid debía pagar a Promociones Futbolísticas S.A... Mbengue, nacido en Senegal en 1980, tenía un permiso de residencia no lucrativa solicitado en 22-06-98, y concedido el 23-06-98, y estaba vinculado al Atlético de Madrid, desde la temporada 1995/1996, como juvenil ha jugado en equipos como el Amorós, el Alcobendas, el Consuegra y el San Fernando. Djana, nacido en Angola en 1980, había solicitado asilo político en España el 18-09-96, siéndole denegado el 6-05-97, y obtuvo sucesivos permisos de residencia por circunstancias excepcionales desde el 10-06-97 hasta al menos el año 2000; había entrado en España siendo menor de edad, huyendo de la guerra civil de su país, sin familiar alguno, fue acogido por la Comunidad de Madrid, que designó como custodia la casa de Refugiados de los Padres Mercedarios, y desde el año 1997 jugaba en los juveniles del Atlético de Madrid; ha jugado también en el Atlético Madrileño, en el Madridejos y en el Rayo Majadahonda. Oliveria, nacido en Brasil en 1981, ya pertenecía desde el 5 de Septiembre de 1997 al equipo juvenil del Atlético de Madrid, en virtud del contrato celebrado por él, ante su madre al ser menor de edad, y Miguel Angel Gil; ha jugado en el Club Atlético de Madrid, S.A.D. juvenil “B”.pág.14.


Entre 1996 y 1999, continuando Miguel Angel Gil Marín en la dirección general del Club, y Jesús Gil en el co-dominio de la gestión, fueron pagados a cuenta del Club Atlético de Madrid obras, suministros y servicios ajenos a la entidad. Así, para el Rancho Valdeolivas, finca ubicada en Arenas de San Pedro, perteneciente a una de las empresas de Jesús Gil denominada “Promociones Inmobiliarias Generalife S.A.”, por importe de 39.495.197 ptas.; para la finca “El Arco”, sita entre Calera y Chozas (Toledo), perteneciente a una de empresa de Jesús Gil denominada “Promociones Guadiana, S.A.”, la cantidad de 1.774.210,- ptas.- Además en un chalet, sito en los Angeles de San Rafael (Segovia), perteneciente a Rancho Valdeolivas, S.A., el Atlético de Madrid abonó por obras y servicios la cantidad de 53.070.411,- ptas.pág.15.


Se está en un caso de autocontratación en acción concertada entre el accionista mayoritario del Club y el representante del Club, ambos, además, unidos en una relación paterno filial, que diseñan y realizan una operación tendente a eliminar una deuda del accionista mayoritario, con claro perjuicio por el Club acreedor. Al efecto debemos recordar que el Club tiene una personalidad jurídica propia y distinta que no se confunde ni se indentifica con la de sus socios, ni aún en el caso de que uno de ellos sea titular del 95% del accionariado. La personalidad del Club es distinta de la de sus socios y aquí existían, además, socios minoritarios, lo que en el presente es tanto más cierto cuanto, además, el recurrente se hizo con dicho paquete accionarial de forma fraudulenta, sin efectuar desembolso alguno, como ya se ha acreditado, por más que el delito de apropiación haya sido declarado prescrito, pero es que el Club Atlético de Madrid, como otros tantos, es depositario de una historia y de unos valores de naturaleza inmaterial, que trascienden y superan su mera traducción económica. En definitiva, padre e hijo con manifiesto abuso, perjuicio y deslealtad hacia el Club suscribieron en colusión el contrato que aunque formalmente tenía dos partes contratantes, la del Club estaba instrumentalizada y como tal supeditada y vicaria a los fines del otro contratante con lo que, en realidad, al no existir contraprestación, se trató de una simple y pura condonación de una deuda, en perjucio del acreedor, que es el Club.pág.36

Una lectura del factum permite afirmar que la apropiación indebida fue real, pues el factum declara que las dos escrituras públicas de reconocimiento de deuda del Atlético a Jesús Gil, lo fue de deuda que no tenía ningún reflejo contable y que fue gracias a tales escrituras las deudas tuvieron una realidad que de otro modo no habían tenido, que el desembolso de dinero para la compra de las acciones fue ficticio pues efectuado el ingreso del dinero en la c/c correspondientes, fue seguidamente transferido a otra cuenta, afirmándose en el factum que “....como estos ingresos no tenían otra finalidad que aparentar el desembolso....” y que como consecuencia de ello, se hizo con el 95% del accionariado sin abonar nada...pág.41.


El delito de apropiación relacionado con tales acciones, ha sido declarado prescrito, prescripción que afecta tanto a la pena como a la responsabilidad civil y todas las consecuencias accesorias de la condena. El comiso, en el art. 127 es una consecuencia accesoria de la condena, si esta no se produce, no puede haber comiso alguno. Por la misma razón de estar el delito prescrito no puede mantenerse el pronunciamiento de la sentencia de devolución de tales acciones al Club, todo ello sin perjuicio de las acciones civiles que puede ejercitar el club, pues es lo cierto que tales acciones no fueron desembolsadas.pág.48


La sentencia declara que los accionistas minoritarios desembolsaron 112.133.000 ptas. por la compra de acciones del Club. Al día siguiente, Jesús Gil ordenó la transferencia de ese ingreso a una de las sociedades instrumentales de éste, Promociones Futbolísticas S.A. Se trata de una apropiación que se integra en la inicial, que condena la sentencia.pág.50


En la causa incoada por el Juzgado Central de Instrucción nº 6, Procedimiento Abreviado nº 213/00, seguida por delitos de apropiación indebida, falsedad contable y estafa, contra Gregorio Jesús Gil y Gil, nacido en Burgo de Osma (Soria), el 12.03.1933, hijo de Gerardo y Guadalupe, con D.N.I. 00562544-X, con domicilio en Madrid, c/O’Donnell, actualmente en libertad provisional por esta causa, bajo fianza de 125 millones de pesetas; Enrique Cerezo Torres, nacido en madrid, el 27.02.1948, hijo de Enrique y Florentina, con D.N.I. 3398297-R con domicilio en Madrid, c/Fernán González, actualmente en libertad provisional por esta causa, bajo fianza de 50 millones de pesetas; Miguel Angel Gil Marín, nacido en Madrid, el 28.05.1963, hijo de Jesús y María Angeles, con D.N.I. 5387382-T con domicilio en Madrid, c/ Guzmán El Bueno, actualmente en libertad provisional por esta causa, bajo fianza de 50 millones de pesetas; como responsables civiles subsidiarios: Promotora Inmobiliaria Alhambra S.A.; Promotora Inmobiliaria Guadiana S.A.; Promotora Inmobiliaria El Generalife S.A.; Myramco S.A.; Promociones Futbolísticas S.A.; Club Atelético de Madrid S.A.D.; Rancho Valdeolivas S.A.; Centro de Formación Nayade S.A.; María de los Angeles Marín Cobo y María Jesús de Frutos Arribas Pág.54


Ni son los dueños, ni pusieron el dinero, ni pueden querer a quien roban.


¿No existen en este “democrático” y “justo” País, articulistas que quieran meter mano a esto?

lunes, 19 de enero de 2009

El Moribundo

Se me va entre los brazos. Le acaricio el rostro, sangriento, cansado, sudoroso. Casi frío. Labrao a base de los birujis que pasan a través de las dos cicatrices en ángulo que se descuelgan a la verita de los Fondos. Su enorme cuerpo, su cuerpo grande, yace en una esquina con nombre de Virgen marinera y Paseo de tristeza. Apenas respira. Murmulla en idoma cheli, frases incoherentes, producto de la fiebre. Delira. Susurra ligas. Copas. Campeonatos del Mundo. Balones que se juegan con las manos. Urnas. Votos. Almohadillas. Alirones. Hijos perdidos... Le abrazo; le tiro mis labios hacia los suyos para insuflarle aire. Le animo. Como siempre lo he animado. Empero, le cuesta inhalar oxígeno. Por allí, solo circula veneno. Camuflao en el humo. Mucho humo. Sus párpados amagan. Se me muere entre mis propias manos. A hilillos de sangre en Rojo y Blanco. Y miro alrededor, con los ojos tan inyectados en rabia como en agüita de pena. Por aquella calle que pertenece a Madrid, pero es de la España entera, con rincones a modo de callejones en todo el mundo, pasa mucha gente. Cientos de miles. Con sus maletines, sus micros, sus bolígrafos, sus bufandas, sus puestos de pipas, sus latas de cerveza, sus ju-ju, ja-já, sus cámaras de fotos, otras de 35 mm... Mas nadie se para. Miran de soslayo, se presignan a su paso... Hay un tipo que escupe... ¡Por los clavos de Cristo, que alguien me ayude!. Silencio. Indiferencia. Aves de paso. Hasta sus propios hijos, circulan de largo en manada sin ni siquiera verle. Apenas son catorce los que le sostienen. Una mujer, con lágrimas bajo los párpados, se retira en compañía de otro hombre a alumbrar un nuevo Ser... Me pellizco. No, no es un sueño. Es tan real como el tipo alto y de rostro revirao, vestido de traje, que permanece al lado del moribundo. Sujetando billes del monopoly en una zarpa. La que le sale del sobaco donde esconde el pan bajo el brazo. Rebosando talegos de verdá a través de sus bolsillos. Parao. Sonriendo. Con un cuchillo de cocina en la mano. Cuya sangre, apenas deja vislumbrar la hoja. Y al que el gentío, tampoco ve. Ni a él, ni a la sangre.


Epístola nº13. Desde el sanatorio mental de Alcohete.

jueves, 15 de enero de 2009

Duérmete niño (versión nana)

Vicente está de mala hostia. Anoche, acabó de ver el capítulo nº 12 del serial “Sin Copa”, y tuvo el final que más o menos esperaba, pero no por eso le moló una cala. Así es que se acostó tarde, y tirando de espidifen pa intentar paliar el dolor de tomo que le había producido la asamblea de compromisarios de un club que no nombrará aquí. Pero que, en días de niebla, mercé a sus torres recalificas sobre el Madrí de los normandos (que ya no Austrias), parece el mismísimo Mordor. En versión beodo, pues no son las dos torres, sino las cuatro. Razón por la cual, quizás, todo debe resonar el doble en esa caja de música celestial que tiene sede allá por la Castellana. Un club modélico. Histórico. Laureadísimo. Centenario. Y a por todas. La democracia imperial y perfecta, bailándose un pasodoble con ella misma. Arrimaos los ombligos.

Vicente, que aunque sea de otro Club de menos pose y musculito, tiene ojos pa cerrar los párpados y pifas pa inhalar y exhalar el oxígeno que Mordor le pueda dejar, sueña también cuando se soba. Mientras acontece este fenómeno tan paranormal, fuera de las cuatro torres, se pregunta si su Club no es modélico. Histórico. Laureadísimo. Centenario. Si va a por todas. Y, sobre todo, por qué no es una democracia ni imperial ni perfecta, a la que le cuesta dios y ayuda marcarse un chotis, arrimás o no las cebolletas. “Fuimos los de carter, nos pasaron a los de pinoché, y ahora somos los de chávez- debate en sus internos- Estamos en el mismo País, jugamos la misma competición; pero debe de ser como las comunidades autónomas que tenemos: unas son democracias, y otras son dictaduras. Así es que, ajo y agua. Ya podemos hacer el pino sobre la pestaña izquierda, que nunca tendremos un nixon, ni nos corresponde un woodward o bernstein, ni hay gil-gate en millas a la redonda... Ale, buenas noches, jesusito. Acuerdate del Atleti de vez en cuando...”.

Y Vicente, cae en las garras de Morfeo. Decohones, tío abuelo de torrente, sobrino del aristócrata de Brunete y primo tercero del pincha de la calle Orense, cometiendo el capital pecao de no especificar fecha en ese “de vez en cuando” de sus oraciones. “Te vas a cagar”, asevera entre caries el diosecillo de los sueños, en tanto le trinca de la zarpa pa bajarle a los inframundos. Allí, pasa fugazmente por dos añitos en el infierno, con cartel de la señora rusmor y tó. Con la biela del jerezano amputá, y un cementerio de fondo. Hay más caras conocidas. Cientos de peloteros. Docenas de místeres. Árbitros sarasas. Un compostelano con un ojo a la birulé. Una retahíla de mamás en chichi. Yacusis. Yacuzas. Cadenas de oro. Cadenas del váter. Fajos, muchos fajos de billes. Un casino flotante. Doce coches patrulla. Una cabalgata por medio de Madrí. Un funcionario de Alhaurín. Varias mujeres ostentóreas. Uno que se giña en el contrato. Otro que hace de lo que sea con tal de ser contratao. Un administrador en el palco. Otro que llama hijoputa desde el sillón presidencial. Una bajada a Neptuno. Un niño que llora. Un padre que casi. Una bufanda tirá. Otra levantá. Un Estadio en pie. Otro, demolido. Una avalancha de gente. Otra de desilusión. Una vitrina llena. Otra vacía. Un ratero entre rejas. Otro guante blanco entre caviar. Un ángel blanco. Un demonio colorao...

Vicente, despierta sobresaltao. Sudando el alcohol del pelotazo que no sentó como hubiera querido. Miró el reló, color cereza, ganao en una competi de billar. Y se echó las manos a la cabeza:

- ¡Las 12!... ¡¡Del dos mil nueve!!

Se marca un olímpico sin pista pa saltar de la cama y, como alma que lleva la sociedá anónima deportiva, se abalanza sobre el mando de la tele, a ver que decía Mordor aquella mañana. Que tan poco había madrugao. Por las imágenes, se paría un documental sobre el uñero del utillero de la prima filipina que servía en una casa cuya mujer divorciá, se había dao un piquito con un infante de valdebebas. Se piró del tirón al teletexto... Página de economía... Sección política... Sub-sección deportes... ¡Ahí está!...

· ¡¡¡¡¡Nooooooooooooooo!!!!

Ni una puñetera Copa. Ni una Liga. Ni una UEFA. Ni una Intertoto. Ni un madrileño. Ni un “claro, con ganarnos, teneis la temporada hecha...”. El vacío. La nada... Y ya nunca jamás se sentaría en su sitito al lao del Río.Vicente, siguió arrodillao en el suelo. Mientras, en alguna cadena sonaba alguna melodía marcial de cierta dictadura bananera.

“¿Bailas, cariño?”, susurra Morfeo Decohones, mientras resuena la indiferencia de los zombis de Mordor alrededor de la sala. Hay necrófagos de estos, que llevan hasta un Escudo escotao, franfirrojo, prendio de sus solapas. A la vez que ríen, con el anular en perpendicular a sus labios. Delincuentes, cooperadores y cómplices. Todos ríen.

Mientras Vicente, llora.

S I E M P R E D I G N O S.

viernes, 9 de enero de 2009

Por un Atleti digno

DECÁLOGO

1- Reconversión de Sociedad Anónima Deportiva a Club Los socios, abonados, accionistas y simpatizantes del Club Atlético de Madrid SAD reivindican la vuelta al status de Club que gozaba antes de 1992, donde la masa social tenga una participación e implicación tal que le permita elegir democráticamente a sus gestores, nunca “dueños”. Nadie se apodera de un Sentimiento. Por mucho poder económico y/o relevancia social que disfrute.

2- Recuperación de estructuras y símbolos tradicionales Que tanto han marcado la historia del Club, tales como la sección de Balonmano, el Villa de Madrid, los partidos del Madrileño en el Calderón (...); además de apostar por nuevas iniciativas que ayuden a consolidar la estructura del Club y la interacción con sus aficionados.

3- Fomento de la Cantera Con el afán de que sea vivero real de los equipos finales, cuidando y valorando su Sentimiento atlético, como semilla de futuro. Los criados a los pechos del Atleti, pueden enseñar mejor la grandeza del Club y sus exigencias a los venideros. No más capitanes de Equipo con dos años en nómina. Que todo el que represente a la Rojiblanca sepa dónde y por qué está.

4- Órgano de vigilancia paralelo e independiente Como bastión social desligado de las directivas que pudieran sucederse, con la función de velar por los intereses generales del Club, tanto económicos como sociales o deportivos. Un “rey”, entre presidentes de gobierno coyunturales.

5- Transparencia en la economía Propia del Club, establecida en una fórmula en la que todos los beneficios sean reinvertidos en él, a través de unos presupuestos que deben de ser aprobados por los socios en mayoría. El Club no es un artículo de bolsa, ni debe generar ganancias. Le basta con una administración leal y honrada, que sepa sacarle partido a la economía para su reinversión en logros en la cancha. Única finalidad de un Club deportivo.

6- Prevalecimiento de los intereses de Club Sobre cualesquiera otros particulares, tomando las decisiones capitales de la mano de la masa social, sin exponer su patromonio material a arbitirarias decisiones ni intereses particulares. El Club, como depositario de una Historia y unos valores de naturaleza inmaterial, que trascienden y superan su mera traducción económica, no ha de prestarse ni a caprichos privados, ni coyunturales.

7- Velar por la imagen del Atlético de Madrid Y la inherente a sus socios y simpatizantes, tan depauperada de un tiempo a esta parte, a través de comportamientos propios y ajenos contrarios al Sentimiento atlético, sus valores, raigambre e Historia.

8- Cambio en la dirección del Club Tras más de una década sin títulos, el Atlético de Madrid necesita de una transformación estructural del Club. Personas capaces de llevarle al lugar que le corresponde por su Historia y destacado posicionamiento social. Gentes con Sentimiento, que sepan lo que es y representa el Club. No la “marca”.

9- Un Club que va modernizándose A la vez que mira de reojo sus bienes raíces tradicionales, potenciando sus rasgos emblemáticos. El carro de la modernidad, ha de aportarle mejoras y desarrollos, sin menoscabo de su identidad ni sus valores.

10- Se valora la participación privada en el Club Siempre en inferioridad accionarial frente al conjunto de la masa social, con el claro sentido de una suma a la gestión y proyección del mismo. Sí a las empresas en aportación bidireccional; no a las que vengan a servirse. Sin olvidar que eje, el motivo principal, es el Club Atlético de Madrid.


miércoles, 7 de enero de 2009

A ropa, que hay poca

Hay que joderse con enero... Lleva camino de convertirse en los lunes pa los del Atleti. De ahí que Vicente, no haya sacao el pecho más que pa fumar en clave habitual con sus vecinitos de cuero y hierba. Y es que sacar la lengua al de al lao, en mitá del puerto, como que de nunca le ha ido en los genes. Y más con estas cuestas de enero, que como atlético que se precia, últimamente las hacía con piolet, casco y colchón. Y prismáticos. Mucho prismático. De ahí que no le asuste un cagao lo de la Puñeta. ¿O era Pineta?... ¡Qué tacos que se arma el tío con la escalá, los escalaeros y los trocolos!... Por cierto, ¿alguien recuerda cuantos eneros llevamos así?.

Hay que joderse con los del pelotón... No le echamos un sprint a los “mascas”, ya sea Liga o Copa, ni dopaos. Pues dopaos le parece a Vicente que salen algunos de los suyos al verdín. Pero de ese dopin que te deja en punto muerto, fláccido de musculetes y con ganas de irte a sobar en el primer descuido de los colegas. Lo que pasa es que, ante más de 50.000 troncos, a ver quien coño se escaquea pa la piltra por la sordi... En verdá, parece que solo cuatro o cinco saben tragarse el humo. De los de abajo, dice. Que en Grada, nos lo llevamos comiendo a bocas llenas. ¿Alguien sabe desde cuando nos lo zampamos así, sin una puta tos?.

Hay que joderse con las segundas vueltas... El miedo que se les va cogiendo. Pa Vicente, vienen a ser algo así como el hombre del saco. Saco de centro del campo, unas cuantas veces más que el rival de turno. Ya no sabe a que superstición quedarse. Las ha probao todas. Y que si quieres arroz, Catalina. Bueno, le queda el recurso del guineano ese del barrio, y su convicción inducida por alfileres. Pa este año, si todo va igual, la prueba. No vayamos a tener un gafe o dos colaos en Grada, y por unos eurillos de mierda nos toque soportar la jodida levedá del ser, teniendo tan a mano la panacea. Que hay suelto por el mundo mucho mal de ojo. Cubero. Se me olvidaba, ¿alguien se acuerda de aquellas remontadas en las segundas vueltas?

Hay que joderse con los compañeros de asiento... Lo desentrenao que tienen eso de la protesta. Normal, no va en la neo-genética. Por eso, cuando al coleguita de Vicente le hacen una de 45 sobre el pinrel, acompañá de otra de codo en berbiquí a la altura del riñón, allá por esos garitos del demonio, no dice ni media. Igual que cuando le tangan con el recibo del móvil. O le hacen una de trasquilón en la pelu de aprendices. Nada chico, ni mú. Uno del Atleti, impasible el ademán. Nunca retrocede; da media vuelta, y sigue avanzando. Sí, como los vikingos va a ser... Hasta que se topa con la saga de entrenadores del Atleti. Eso, son palabras mayores. Una jodida tradición, fraguada en los comienzos de los tiempos, una porrá de místeres atrás. Al loro, que en cuanto se junte con unos camaradas más, el Atleti se pone al orden. A la voz de (vete) ya. No le toquen los huevos. Que ya se ensayó el otro día, y hay materia prima pa mover el cotarro. ¿Te acuerdas, Vicente, de ese desaforao que gritaba al mejicano a la salida de vomitorios?. ¡Qué tío!. Como sabe donde está la puñalá trapera. ¿Y de los dos que comenzaron a entonar melodías raras a su son, un poquito más arriba?. Pues no cantaban los muy gilipoyas “Manzano vete ya”. “Ferrando vete ya”. “Bianchi vete ya”. O “tú, vete ya”, mientras señalaban escojonandose a un seguidor con dos orejas y una nariz muy cerquita de ellos. O no habían pasao la hoja del almanaque, o estaban fumaos. Pero hasta las cejas. Y debía de ser un material de aupa, pa acabar gritando “gilmar quédate”, o “no te vayas, pelucas no te vayas”, en tanto se harpaban la caja en tal grado que tenían que sujetarse uno en el hombro del otro pa no rodar Grada abajo.

Ya verás en la Pineta esa, Vicente, que no dejarán fumar porros, donde van estos a montar el circo... Se van a reir de su puta estampa, que del Atleti, no.

Por cierto, ¿alquien recuerda cuantos aguirres se han despachao ya desde tiempos del Flaco?.

S I E M P R E A T L E T I.-