De atléticos a indios y colchoneros, pasando por atletistas

"Y usted, no pise ese Escudo..."
Luis, presidente de honor

miércoles, 30 de septiembre de 2009

Naúfragos, gambas y paréntesis

Pa ser honestos, el tipo estaba sentenciao. Desde que su viejo, en un doble mortal con tirabuzón, decidió ponerle por nombre Robin. En memoria, quizás, de aquél bandolero con arco que robaba a los ricos pa darselo a lo pobres, en los sajones bosques de Sergud. Tuvo que parirlo su madre allende los Pirineos, en lugares profanos, pa escapar de los Tomás, Santiago, Mateo, Pedro y demás nombres pro-santoral que eran los propios y cabales en la vieja Piel de Toro. Allí, en las extranjerías, pudo darse el gustazo de ponerle Robin. El gustazo, y los santos cojones; pues no hubiera pasao a mayores de no ser porque el padre lucía en el escudo de armas el apellido Son. Y su señora esposa, el de Crusó. Así es que, dicho de completo, quedaba un pan como unas hostias. De modo que al crio le pusieron en un brete de por vida. Sobre todo, en aquella época escolar, donde cualquier soplapollez era susceptible de ser sacada punta hasta el infinito y más allá. Imagínense el trago del chaval, cada vez que el maestro pasaba lista con nombre y apellidos. Como era precepto. Lo peor de todo, es que estaba más solo que la una en la mofa y befa. Ni un Ángeles Baile Lapieza, ni un triste Armando Bronca Segura pa llevar a pachas aquella cruz con forma de heráldica. Dicen que con el bautismo, se dá crucifijo y ajos al pecado original. Y un mojón. En el curioso caso de Robin Son Crusó, lo que le hicieron con el derramamiento simulao del agua del Jordán, fue una putada tamaño XXL.

Así es que, con esa hoja de servicios, a nadie extrañó que, metido en la época de mozo, tuviera un naufragio por curriculum en un crucero de placer por el Pacífico. Al poco de inaugurar la estación de metro. Calvino, se hubiera partío la caja de todo aquél hatajo de herejes que descreían antaño de su teoría sobre la predestinación. Angelicos… El buque quedó hecho unos zorros, y Neptuno se lo llevó pa sus adentros, en vista de que no le caía metal alguno durante más de una década por los que dicen sus pagos. Porque eso de quedarse boquerón en pleno océano, como que no está ni medio bien. En más si se trata de todo un ser superior. O algo menos, que pa esos menesteres ya tenemos a otros. Sea como fuere, al tipo le dejó a pleno gayumbo en mitá de una playa tipo catálogo viajes marsans. Sin pre-reserva, comisiones ni tasas y sin chacha pa cambiarle las sábanas. Eso sí, los baños, inmensos. Podía plantar un pino en cualquiera de sus hectáreas. Alicataos en soledá y palmeras. Hasta el techo.


A los siete días de encontrarse allí, la mar quiso dejarle un regalo en brazos de sus olas, y le acercó hasta las arenas su maleta de viaje. Con sus correas de cierre y todo, aguantando el envite del agua y la sal. Se descompusieron cual SAD cuando intentó trabajar sobre sus hebillas. Daba igual, Habían sabido conservar el retrato de familia, una libra de tabaco de liar, la petaca y su Camiseta del Atleti. Lástima que no fuera la del Aviación, pa salir volando. O tuviera el número del Galgo del Metropolitano, pa enebrar por patas. También daba igual. Se la habian traído los dioses menores, y debía de dar gracias por el maná. Ya no se desprendería de ella, así 1.903 días pasaran.

A los veintiséis atardeceres, descubrió que no estaba solo. Había hallado a su otro cuadro de ajedrez: un hombre negro que sólo sabía decir “sí, buana”, y que caminaba entre paréntesis. Un viernes, decidió llamarle “Afición”. Y empleó muchas muescas a navaja sobre el tronco de una palmera, hasta que consiguió que andara con el culete apretao. De modo que no hubiera forma en que el bigote de una gamba le entrara entre las cachas. Como un Aragonés de cepa y sarmiento. Garnacha pura.

Pasaron mogollón y tres cuartos de marcas de metal sobre madera, hasta que apareció un barco. Las señales de humo, vienen que ni pintás pa estas ocasiones. ¡Qué gozada, qué alboroto, vaya perrito piloto!. Caminito de Jerez. A celebrarlo con ídem sobre la barra de cualquier bar. Donde echarse pa’l coleto unas copillas en compaña de cualquier amiguete de la infancia. Y si es del mismo equipo, miel sobre hojuelas.
- ¡Coño, Robin!, ¿y que me dices del Atleti…?
- No sé. Cuando le perdí el rastro, Marina aún tenía pelo. ¿Quién ha salido de último Presidente…?
- ¿Presidente?. Amos, no jodas; eso ya no se lleva. Desde el 92, esto es una empresa, con dueños y tó. El padre le dejó el Club al hijo, y algunos esperan que el nieto herede también.
- La hostia. ¡Cómo los Austrias y los Borbones…!. Entonces, ¿ya no se vota?.
- Sí, pero con “b”. Un bote, dos botes, vikingo el que no bote… Y el Pipi, claro.
- ¿Y cuantos títulos llevamos hasta ahora?
- Bueno, pues desde esos 25 años que llevas perdío… 4 Copas y una Liga.
- ¿Sólo?
- Quita, quita, que desde hace 13 no olemos ni uno ni otro…
- Joder, al menos se nos habrá visto por Europa…
- Menos que ná. Ahora hacen una especie de liguilla previa en la Copa de Europa, a la que llevamos un par de años seguidos entrando. Y alegrón; que nos tiramos casi una década sin catarla. Eso que acceden los 4 primeros de la Liga…
- ¿¡No hemos tenido cojones a quedar entre los 4 primeros en una década!?
- Pues no. Pero contando con que bajamos a Segunda hace 10 años, que nos estamos estabilizando y tal…
- ¿¡A segunda!?
- Sí, hubo líos del entonces presidente con la justicia y los políticos. El caso es que algunos dicen que robó las acciones del Club… Es que esto, ahora, va por accionistas y abonaos en vez de socios, ¿sabes?.
- Ya. Como Telefónica.
- Una cosa así. Con la jodienda de que si no se te dá buen servicio, pues te jodes y pagas la cuota anual y al que viene, si eso, te retiras. Siempre y cuando no te arree algún espíritu con una rama en la cabeza por desertor. O te retiren el abono si eres un pesao.
- Y, ¿no es posible pasarse al mejor servicio de la competencia?.
- ¡No me jodas, Robin, que esto es Fútbol!
- ¿Tú crees?. Coño, por lo que me estás contando… ¿Quién viene pa’l Villa de Madrid?, hablando de todo un poco.
- El niño del sexto sentido, si acaso. Va pa 6 años que no se juega…
- Pues vaya con el cartón de bingo que me estoy currando… Y Cecilio Alonso, supongo que estará entrenando al Equipo de Balonmano…
- De su pueblo, querido. La Sección desapareció cuando pasamos a SAD; sólo se podía por ley competir en una modalidá deportiva. Escogimos Vandorn. Qué digo, Promociones futbolísticas. ¡Coño, Fíutbol, que no me salía…!
- Venga, ¿Cuánto le metimos al adorable vecinito en la última?
- Pues uno. Pero nos cascaron dos…
- ¡Qué potra que tienen los jodíos!... Pero, ¿le habremos mojao la oreja a base de bien en alguna, no?
- Mojar, mojar… Bueno, ya sabes, los árbitros… Llevamos una década sin ganarles…
- ¡Joderrrrrrr!. Y esos niños del Atleti…
- Pues ahí andan, peleandose porque los del Barça no se los coman en un aula cualquiera de un colegio al azar de Madrid capital. Los otros, ya les doblan, triplican y quintuplican…
- Lavirgen, que devoro. Bueno, siempre nos quedará la Selección…
- ¡Ah, eso sí!. Campeones de Europa, con Luis en el banquillo. Le dieron hasta en el cielo de la boca, pero se salió con la suya y con los suyos. Y el gol de la final, lo marcó otro atlético en el exilio. En realidá, no hay nadie del Equipo en el combinao Nacional…
- Y de esa final de Copa de Europa soñada en el Calderón, ¿qué?
- Ná. No llegamos. Dicen que nos lo tiran en el 2013, y los bailes ya están pedidos.
- ¿Nos mudamos entonces?
- A un estadio olímpico que cuentan será la releche; pero que a mí me dá que nos la van a dar con queso…
- Al menos, pasta habrá…
- La de las hormigoneras, y pare usté de contar. Nos mudamos a pelo. Ni siquiera dá pa maquillar los 400 millones de deuda…
- Bueno, esa es la cifra que más o menos decían tenía don Vicente…
- Ya, colega. Lo que pasa, es que ahora contamos en una moneda que vale 166 calas periódicas. Multiplica.
- ¿Por más de 60.000 kilos de deuda-pesetas andamos…?
- Más o menos, que las cuentas de la SAD son como el secreto de la coca-cola. O más…
- ¿Ese pastón, por 13 años sin títulos, un descenso, suprimidas las secciones, una década sin ganar al eterno rival, quedarse con el Club por la cara…?. Y, ¿no se ha echao a estos a gorrazos?
- Pues no. Ahí andan algunos… Poquillos… A veces… Pa desestabilizar… es que no son mucho del Atleti, parece…
- Coge los trastos, Afición; nos volvemos pa nuestra isla. Allí te enseñaré a caminar entre paréntesis de nuevo.

jueves, 17 de septiembre de 2009

Grupo de atléticos ante las falsedades de gil marín

Madrid, 16 de septiembre de 2009

Los grupos de aficionados del Atlético de Madrid: Señales de Humo, Infierno Rojiblanco, Por un Atleti Digno, Pobre Atleti y la Federación de Peñas Atléticas queremos manifestar nuestra sorpresa por la carta que en estos días estamos recibiendo en nuestros domicilios firmada por el Consejero Delegado del Club, el Sr. D. Miguel Ángel Gil Marín.

Y nos causa sorpresa, por lo inusitado de esta acción ya que no estamos acostumbrados a que el club se ponga en contacto con nosotros y que su propio consejero delegado dé la cara ante los hechos que han salido a la luz. Pero no por ello podemos dejar de denunciar todas las falsedades que este documento recoge y que les desglosamos en los siguientes puntos.

Sobre la transformación del Club Atlético de Madrid en Sociedad Anónima Deportiva

No es cierto que, tal como insinúa el Consejero Delegado (pese a que ahora reconozca ciertas “irregularidades” en el proceso), los dirigentes por aquel entonces, señores Gil y Gil y Cerezo, se vieran obligados a “delinquir” para salvar al Club Atlético de Madrid, si no que, más bien al contrario, pusieron al club al borde de la desaparición para aparecer luego como salvadores.

· No se convocan las elecciones preceptivas tras el mandato que debía concluir en julio de 1991 (como atestigua sentencia judicial).

· Se obliga a la Asamblea de Compromisarios a aceptar una deuda ficticia que en ningún momento es probada (como atestigua sentencia del TS).

· Se expulsa a los socios más contrarios a su gestión y con más posibilidades de acudir a la compra de acciones: D. Enrique Sanchez de León, D. Vicente Calderón, D. Mariano Campo y Dr. Enrique Ibáñez (como atestigua sentencia judicial).

· El importe de los abonos se triplica con la consiguiente salida de un gran número de socios del Club que ya no pueden optar a la adquisición de los títulos puestos a la venta.

Sobre las aportaciones de capital de los miembros del Consejo de Administración

Afirma en su carta D. Miguel Ángel Gil Marín que en total los miembros del Consejo de Administración han aportado al club 39.916.308 € a través de las ampliaciones de capital, y se olvida de dos detalles importantes:

· En primer lugar, la mitad de esa cantidad, esto es, 19.472.420,89 € provienen de una compensación de deuda que los consejeros se reconocieron a sí mismos y en perjuicio del club, y que en 2003 intercambiaron por acciones para mantener la mayoría accionarial que la Audiencia Nacional les había revocado. Curiosamente, según la sentencia de la Audiencia Nacional posteriormente ratificada por el Tribunal Supremo, lo que existía realmente era una deuda de la familia Gil con el Club por el “Caso Negritos” y no al contrario.

· Asimismo afirma el señor Consejero Delegado que finalmente (también en 2003) aportaron los 11.721.269,82 € correspondientes al capital inicial de la conversión de 1992: ¡Con 11 años de retraso, sin intereses y por imposición judicial!

Así que resumiendo, si a los 51.637.577,82 € que el Consejero Delegado afirma que han aportado los miembros del Consejo, les restamos los 19.472.420,89 € de muy dudoso origen de deuda auto reconocida y les restamos también los 16.467.731,66 € que debe el señor Gil Marín al Club por lo no satisfecho de la estafa del “Caso Negritos”, la cantidad aportada por el Consejo se queda en 15.697.425,27 €.

En definitiva, el Consejo de Administración habría puesto en cerca de 20 años mucho menos de lo que aportamos los aficionados en concepto de abonos y entradas en tan solo año. Todo esto sin computar los intereses no satisfechos al Club por las acciones de 1992, pagadas tras obligación judicial en 2003, ni los intereses que sigue devengando la deuda no satisfecha por el señor Gil Marín con el Atlético de Madrid por el citado “Caso Negritos”. Si computáramos ambas cifras, según el interés legal del dinero a lo largo de los años, la situación real sería que los señores Gil Marín y Cerezo deben dinero al Atleti. Amen del lucro cesante, y de los daños y perjuicios que resultan evidentes a tenor de la deuda, deterioro deportivo e insolvencia financiera sufridos durante estos años. Sólo en intereses nos consta que la Fiscalía Anticorrupción maneja una cifra superior a 36 millones de euros ¡sólo en concepto de intereses.!

Sobre la situación deportiva

En su misiva a los abonados el señor Gil Marín, además de confundir el número de títulos oficiales de nuestro equipo (son 21 y no 20), afirma que en los años 90 se consiguieron cuatro de ellos, pero no menciona los 14 años que la afición atlética lleva sin celebrar alguno, el descenso a Segunda, las temporadas en las que se estuvo a punto de descender o sin jugar competiciones europeas, o la intervención judicial. Reconoce además en su carta que el Club ha desestimado ofertas formales por un total de 120 millones de euros, cuando el propio presidente y el, hasta hace poco, vicepresidente económico del Club, Fernando García Abásolo, han asegurado públicamente que no han tenido oferta alguna sobre la mesa. ¿A quién hay que creer?

Nos quieren vender como un éxito la clasificación para Champions League, cuando por su historia y tradición el Atlético de Madrid, hasta la llegada de los actuales dirigentes, era un equipo que iniciaba siempre la temporada aspirando a todos los títulos en juego, así como las posiciones medias ligueras anteriores a 1987 aseguraban la presencia en la Champions todas las temporadas.

El desprecio sistemático a la cantera, la desaparición de las secciones históricas, la errática política de fichajes, la falta de identificación de los jugadores con su afición (alguien debería de exigirles un mínimo gesto de agradecimiento a los aficionados que siguen al equipo en sus desplazamientos), las absurdas equipaciones que luce la plantilla fuera del Vicente Calderón... han conseguido la mayor pérdida de identificación de la grada con el Atleti a lo largo de los más de cien años de historia de este Club.

Sobre la Ciudad Deportiva y el nuevo estadio

Es la tercera vez que se anuncia el inicio de obras de la Ciudad Deportiva. Antes ya nos habían hablado de otros proyectos similares. La cruda realidad salta a la vista de cualquiera que pase por el lugar donde previsiblemente se va a construir, donde a la fecha no se ha colocado ni una sola piedra y ni tan siquiera se ha desarrollado urbanísticamente la zona.

Con el tema del estadio también hemos tenido que soportar un sinfín de falsedades desde aquel “Venderemos a Torres o el Calderón” o “Con la venta del Calderón se acabará con la deuda y haremos un gran equipo” hasta el actual “Cambiaremos de estadio sin ver un solo euro”. Las obras, según anuncia el convenio, deberían haber empezado este verano. Afirmaron luego que comenzarían el próximo mes de octubre y, según las últimas manifestaciones del señor Gil Marín, no darán inicio hasta enero del próximo año. Nos gustaría saber quién va a financiar estas obras (sostienen que FCC) en el actual entorno económico que ha afectado con especial virulencia al sector de la construcción.

Seguimos asimismo esperando que pregunten a la afición sobre esta cuestión como prometieron.

Sobre la política informativa del Club

Reconoce Miguel Ángel Gil Marín el error que cometió al enviar a un solo medio de comunicación una primera carta en la que analizaba la situación de la SAD. Es sólo una muestra más de la falta de transparencia de este Club, en el que ni los periodistas pueden acreditarse para cubrir la información de la Junta de Accionistas de la Entidad. Los medios de información tampoco pueden conocer cuál ha sido la asistencia de público al estadio en cada encuentro, una información que sí facilita el resto de equipos de Primera División.

Por supuesto, los pequeños accionistas no pueden asistir a las Juntas de Accionistas, ya que se exige la posesión de un 1 por 1.000 del total del capital social (el límite máximo establecido en la Ley de Sociedades Anónimas Deportivas).

Tampoco pueden acceder a los documentos que se someten a aprobación en las Juntas Generales Ordinarias o Extraordinarias (cuentas anuales, presupuestos, proyectos de inversión…) ni a las actas de los acuerdos tomados por parte del Consejo o las Juntas Generales, ni a los registros financieros intermedios que se han de presentar a la LFP en la mitad del ejercicio.

Esta política pretende alejar al aficionado y pequeño accionista ya no sólo de cualquier toma de decisiones, sino también de poder expresar su opinión como colectivo.

Como grupos de aficionados independientes y sin ánimo de lucro, que sólo perseguimos el bien de nuestro equipo haciendo honor a su historia, esencia y tradición, estamos trabajando en la creación de una plataforma que nos aglutine y con la que podamos expresar nuestro malestar ante la situación que vive nuestro Club. Invitamos a todos los aficionados que compartan nuestras inquietudes y a todo tipo de colectivos: foros, páginas web y peñas, a que se unan a esta plataforma atlética. No compartimos la opinión de que nuestras protestas y nuestra exigencia dañen el rendimiento deportivo de la plantilla y, en cualquier caso, nuestra mayor aspiración es luchar por el futuro de este equipo, que, tal y como está siendo gestionado, se presenta muy complicado.

lunes, 14 de septiembre de 2009

Crónica de un despertar anunciado

Hay mañanas en que uno no necesita ponerse la alarma pa despertarse pronto. Bastante pronto. Debe de corresponderse con aquellos días señalaos, en los que igual se puede hacer la comunión, que tener tachao en el calendario la primera salidita a la disco con tu amor platónico de temporada. Como tampoco es condición indispensable ser niño pa estrenar zapatos nuevos. A Vicente, que es más de playeros, le pasó un poco de todo esto aquella matinei del 12 de septiembre del año de nuestro Señor de dos mil y nueve. Casi 13 años después de la apropiación indebida cometida sobre el Club Atlético de Madrid. Catorce temporadas después de que el socio del Atleti votara por última vez. Así es que Vicente, a quien le había dao tiempo solo a vivir aquello en esas épocas donde las nenas y la fiex eran más importantes que las urnas, sentía un pálpito mañanero especial. Solo con recordar que, llegada la tarde, podría juntarse con un puñaillo de gentes del Atleti que aún revindican esa vuelta a la papeleta en estos duros tiempos de democracia. Donde todos los españoles somos iguales, pero unos más que otros. Donde la pluralidá es una extraña diatriba bipolar, que pasa por ser de Chamartín o del Camp Nou. Del PP o del PSOE. De Marca o As… Bueno, los que están (o más bien estuvieron) en la tercera vía, y respetan valoran y reconocen la cuarta, la quinta y hasta la última, se darían un homenaje de mini-masas. Concretamente entre 14, que fué la cifra oficial en que don cooperador necesario tasó el peso de este “pelotón de los torpes”. Acaso, alguno más, si al mogollón se uniera todos aquellos del Atleti que se han sentido estafaos esta temporada por el apartado “fichajes”. “¿Cuántos seremos?”, se preguntan unos ante el bacileta tirón del Internet. “¿Cuántos serán”?, inquieren otros mientras ponen su maquinaria gobbeliana al servicio del estado golpista… Y entre dimes y diretes, a Vicente le pilla la pregunta del millón desayunando frente a la última de Marca. Hacía que no compraba un periódico… Tanto, que no había reparao en la destrucción masiva que las nuevas tecnologías han provocao en los kioscos de su barrio y aledaños. ¡Copón, hasta que encontró uno…!. Y allí estaba un tal Yimi Jiménez-Arnau, que no tenía ni zorra fuera del Atleti. O al menos, le mostrara una digna simpatía. Zurrando la badana a estos “bicéfalos de fotomatón”, capaces de producir la “versión B de coge el dinero y corre”. A Vicente, que no es mucho de estos programas rosa palo donde figuran personajes como el tal Yimi, se le escapó una segunda concesión a sus principios: “con dos cojones, vividor”.
Más tarde, llegaba a la segunda carta abierta del “gil mocoso”. Algo menos prolífico que la agrupa en estas cuitas epistolares. En ella, entre palos y zanahorias, echaba el charlote al personal por no haber suscrito acciones en ese aciago 1992. Por haberse dao de baja más de la mitá de la masa de socios, al subirles las cuotas al doble. Por no llevar los 15.000 que tragaron con el impuesto revolucionario las 8.500 calas por acción (a don cooperador le salieron a 850) en metálico a las ofis, con las transferencias bancarias en pleno apogeo. Así es que, ante la minucia de los 112 kilos aportaos por el pequeño accionista sobre los 2.200 del capital social estipulao, al escribiente oculto, a su padre y a su cooperador necesario “solo” les quedó la salida de robar el resto del accionariado. Incluidos esos 112 kilos “obreros”, que fueron a una cuenta de Promociones Futbolísticas S.A. Indigentes, que sois unos indigentes. Plagaitos de putas y yonquis.


Por algún lugar a la espalda del Fondo Sur, Vicente se tropieza voluntariamente con parte de la sección Disidencia. Se llaman así, porque no hay general ni tablas de Moisés que les agrupe. Igual, ni las quieren… Son lobos, gentes de Club que han quedao relegaos al ninguneamiento, la mofa, el marcianismo o el misticismo. Beben, charlan, rien y lloran como el más común de los mortales. Hasta sienten y padecen y, si se les pincha, sale sangre. ¡Tienen sangre!. Tanta, que no hay venas suficientes pa darles redil. Porque de sangre están hechas las rayas rojas que se descuelgan sobre el Escudo. Y que otro ponga el color al sudor y a las lágrimas. Vicente, a quien no le ha salido de los huevos que le cobren dos bazas el abono zotal ese, pregunta por las vacaciones, la familia y esas cosillas de verano azul. Bueno, ¿todo bien?, pues al lío. Que son en punto.
Abajo, en el vocel donde la temporada pasada estuvieron helándose los huesos y calentándose el alma un millar de gentes del Atleti a puerta vacía, estaban los adelantaos de la movida. Paraos a golpe de azul y caballo, chapando un túnel donde viven algunas personas que no están en el trullo por una mera cuestión de días. O no tener antecedentes. En un País donde sigue siendo más fácil quemar un bosque que robar una barra de pan. Ahí, se estaba juntando una marabunta de tios y tias, cercaos por la poli, cuyos delitos pasarian desde hacer botellón a robar de canis unas chuches en la tienda del barrio. O hacerle una trampilla de cientos de euros a Hacienda, con paralelas ipso-facto; en tanto los inquilinos de esa puerta cero mantienen millones de euros con el fisco en el alero. No es de extrañar que, entre unas y otras, se levantara un pasquín corte oeste, donde figuraban los caretos de apropiador indebido y cooperador necesario bajo la leyenda “wantes blancos”. Se leyera una pancarta con el epígrafe: “Nuestra memoria no prescribe”. O se entonara un cántico a viva voz: “¡Nuestro Estadio, vuestra deuda!”. Y Vicente, se sentía de cine no subvencionado entre aquella marea de mentes que sintonizaban en “Onda Club”. Tanto, que se puso a cantar con ellos. Teniendo presentes a todos aquellos que no están en físico, pero sí en mente. Vivos o muertos. “¡Que se vayan , digo que se vayan, digo que se vayan, de una puta vez…!”. Y esa alma hecha gente, comienza su peregrinaje a los pies del Estadio que está en pleno corredor de la muerte. Antecediendo, quizás, el propio destino del Atleti… Vicente se saluda con compañeros de fatigas, intrigas y pensares. Un articulista de LVR. Y otro… Dos enciclopedias andantes del Atleti, una ataviada con una preciosa Camiseta del Atlético Aviación; la otra con unas canas y señorío que van desprendiendo Eau de Atleti por donde pasa. Una chica perdida en los anales de las primeras guerrillas. Un hombre-tesón de Señales. Un incombustible joven de Infierno. Un ex_frentista. Otro en activo. Partisanos de colchonero.com… Todos gritan “no nos mires, ¡únete!”, a otras gentes del Atleti que fotografian la marcha desde el tendido de prudencia. En este Atleti SAD, casi todo es tan circense… Cuando se coge el Paseo de los Melancólicos, la alegría es latente. En un acto de procreación-flecha, los 14 se han convertido en algún millar. Son muchos, según comprueba Vicente tomando como atalaya un par de ruedas que le hacen las veces de zancos. Siempre con los grandes éxitos de la disidencia como banda sonora a aquél peregrinaje que seguirá persiguiendo un Atleti digno. ¿Es que existe otro tipo de Atleti…?
La serpiente bicolor se detiene en la puerta 5. Ha cogido bastante “carne” a través de su camino. El túnel sigue chapao a los gritos, como aquél viejo que solo escucha lo que quiere oir. Se colapsa el tráfico entre los que llegan y reculan. Hay más caras conocidas de por medio. Un tipo se deja fotografiar el pecho, donde un rótulo de “gil” atravesao por la diagonal en rojo de “prohibido” sustituye la elipse original del patrocinador coreano. Algunos sostienen con firmeza una pancarta donde se escribe “Sociedades Anónimas Delictivas”. Un atlético en silla de ruedas intenta salir del atolladero. La mujer del puesto de pipas sonríe con malicia. Por las cristaleras azul prescripción, se dibujan las siluetas de algunos curiosos que han decidido ver los toros desde la barrera. O les han hecho decidir, que la SAD no es que sea modelo de democracia… Cuentan que allí se dió el apogeo numérico. En la retirada, que no huída, figuran dos tipos que se funden en un abrazo. Vicente piensa que puede ser de efusividá, de un par de mendas que hace la tira que no se ven… O de emoción. Porque el acto, desde luego, ha sido muy emotivo. En especial, pa esas gentes del Atleti que llevan dando el callo ladedios.

Vicente, cruza los vomitorios a los 6 minutos de comenzar el encuentro. Solo. Toma asiento en un Grada de la que se han borrao dos amigos. Y su hijo mayor, un cabroncete de agárrate y no te menees, que era las delicias “guerrilleras” del sector. Te reservamos el sitio, Pablete. Entretanto, síguete batiendo con la infantil dignidá colchonera en tu cole. A los 10 minutos, Vicente se arranca con un “don cooperador, cabrón, fuera del Calderón”.
- ¡Joe, no te ha seguido ni Dios…!- comenta el vecino de auriculares caídos.
Desde el Fondo Sur, se marcan los primeros compases del Himno del Metropolitano. Vicente les sigue en la sintonía. ¡Con lo que le pone aquél viejo Himno…!. Pero, como el impass de don cooperador, se queda soliplás en la partitura. Le golpea en el brazo al auricularista:
- ¡Otra vez que me he quedao solo!. Es que aquí, se canta poco todo…
A su verita, un tipo se descojona en clave menor. El Fondo Sur, retoma la mecha con el Himno del Calderón. “¡Uy, ya ni el Himno…!”. Algún conato de griterío contra la directiva alumbra. En ningún caso, igualao en decibelios a la bronca que se lleva el lateral derecho que ha venido a rellenar el hueco del vendido en la prórroga de agosto, cada vez que intenta un centro. En la curva del Fondo Sur, se produce una enganchá. Alguno pretende quitar una sábana rotulada que reza: “el productor del destape nos deja en pelotas”. Hay lío. Empujones, y gente que se levanta a silbar por el entorno. Al lao de Vicente, un tipo se altera:
· ¿¡Qué es eso de quitar pancartas entre atléticos!?. ¿¡Quiénes están quitando pancartas…!?
Y después, gol. Un gol que, como venía siendo bastante habitual y jodido, Vicente saltó a medio gas. A medio aplauso. Nunca creyó que sentiría así de descafeinao un gol de su Equipo… Y un poco más tarde gol, también. En nuestra portería. Eso, sí que sigue dando mucha rabia… El día que se alegre a viva voz por ellos, tendrá que dedicarse a la cría del caracol en cautividá.
El bocadillo. O unas birras tuneás con limón, que el licor y los chanchullos, no son coto pa la plebe. Están en otros laos que dicen “nobles”. “Bueno, habrá que echarlas con un par de compañeros de colchonero”, piensa Vicente.
Y luego, reyes. Subproducto de una subdirectiva en una SAD subrrealista que tiende a convertirse en un submarino capitenao por subdelincuentes, protegidos por subintereses defendidos por sub... Muy “sub” todo. Excepto algunos cánticos en do mediana que, junto a retales de tela donde se expresa “directiva, fuera ya” o el sempiterno y nunca contradicho en muchas temporadas “otro año, otro timo”, dejaban latente que hay gentes del Club que están encabronaos más allá de que abajo no se le gane a un equipo de media tabla con 10 efectivos.
Por los videomarcadores donde se anuncia el bes seler de manolete (tu boca es un ojete), pita el primer gol del Barça al Getafe. Se oyen algunos aplausos. Vicente, se mete la cabeza entre las manos. “Manos-manos-manos; no zarpas-zarpas-zarpas…”. En la Pradera, el fútbol desierta en masa, oliendo quizás que a aquél escenario le quedan dos telediarios y una plusvalía. A veces, viene. A ráfagas. A golpe de un orgullo aún no enterrao del tó… Pero vamos, ya lo dice don cooperador, cuando nos cuenta sus películas: “los del Atleti (…) tampoco necesitamos títulos, nos conformamos con remontadas como la del Villarreal…”. En estos pensamientos, segundo gol de los catalanes. Secundao por la nueva preceptiva moda de aplaudir los goles del que hace no mucho fué nuestro rival en Liga. A la segunda jornada de transcurrido el Campeonato. Con un “¡a tomar por el culo, hombre!”, Vicente toma las escaleras del vomitorio. Y acaba de ver el simulacro de encuentro, junto a un número de la Cruz Roja. Que le parece vikingo, el jodío. Pero sintoniza y respeta mucho más lo que fué, representa y en lo que se ha convertido el Atlético de Madrid. Interrumpe la conversación , pa soltar un “gil, ladrón, fuera del calderón” en perfecta metralla. Con lo que le queda de voz. A su alrededor, ya no le queda voz a nadie.
El árbitro pita el final. Entre un amago de protesta. Que queda envuelta en las notas del Himno, subidito de decibelios, que suele acompañar los epitafios deportivos. Nos quitaron el Club. Nos quitaron las almohadillas. Nos quitaron el voto. Nos quitaron las pancartas. Nos quitaron el abono. Nos quitaron la sentencia popular a voz al final del partido. En plena “democracia”. Vicente, sale meneando la cabeza. Guiñando el ojo a un tipo que sostiene en alto un cartel donde figura una antigua portada del diario “Marca”. “Vendemos el Atleti”, rezaba el pasquín . Y debajo, “la familia gil se sacrifica por el Club”. Curioso que, con la que estaba cayendo, Vicente abandonara sonriente el Sagrado. Escojonándose, conforme bajaba los escalones, agarrao de la mano del Club de sus amores.

Después de volver a personarse enfrente de la puerta 0, donde esta vez los cuerpos de seuguridá del Estado, si dejan asisitir; y darle las “gracias” en persona a don cooperador y el que le tira de los hilos, por la apropiación indebida como leiv motiv, y el “partidazo” de turno como sucedáneo, Vicente se encamina a su aparcamiento. Mientras llega y no, echa primero un meo. Y luego, escribe una nota en tanto se aprieta un plajo en los ángulos de un banco. Bajo una farola. Con ella en el bolsillo,s e aproxima a su vehículo. Y la deposita en el de al lao, cogida al abrazo del parabrisas.
Cuando el individuo llega a su coche, se encuentra con el posit. Tiene un escudo en chiquitito en su parte izquierda-superior, como un membrete no-oficial. Y pone así: “El día 12 de septiembre, a los 106 años de la fundación del club Atlético de Madrid, sus hijos se multiplican en pos de sacarlo de manos sucias. Manchadas. Inútiles. Revertir ese sentimiento extranjero de pupismo y “cuarta-opción-si-eso” que se ha agarrao como sanguijuelas al sentir de la Grada.
No hemos llegado. Aún. Estamos en el proceso. Y algún día seremos tantos como acciones robasteis del Club. Lo sabeis. Entonces, con la cifra hecha, nos arrogaremos a la ley del talión. Y solo los dioses saben si la ira acumulada podrá seguir encauzándose sin violencia.
La hicisteis. La continuasteis. Y no la quereis pagar…”


miércoles, 2 de septiembre de 2009

A vista de pájaro


Una de las unanimidades entre las gentes del Atleti, amén del Escudo y que el difunto casi puso los cuartos, recae en la falta de dicción que sufre el que por algunos laos y así mismo se llama presidente, y por otros más judicializaos, simplemente cooperador necesario para un delito de estafa. Los hay, incluso, que utilizan el “don” delante de “cooperador”, pues se rumorea que es el tratamiento que le place exigir al sujeto entre sus subordinados, operarios y subalternos. “Ahí viene don cooperador”. “¿Desea alguna cosa más, don cooperador”. “¡Enseguida le acerco el vermú, don cooperador…”. “¡Tiene un yate fabuloso, don cooperador!”. Y un sinfín de frases-lentejas, con las que los emisores pretenden subsistir con el ídem sobre la mesa en tiempos tan jodidos. Y de los otros. Lo curioso del caso, es que muchos de los que no están a nómina del magnate patrio de los 35 mm sin parabelum, sueltan estas alocuciones-jabón con mucha más alegría, fruición y devoción, que los propios empleaos. Así, sin que les pague la seguridá social ni ná. Cuales ONGs cooperadoras del cooperador. Como centros de recuperación y protección del Valle del Jerte. Pero solo pa un cerezo…


Volviendo a las dotes lingüisticas del personaje, nos encontramos a lo largo de su singular camino, perlas, perlitas y perlazas que no hay ostra que las aguante. Se salen. A tamaña popularidá ha llegao el compendio, que tampoco existe a su vez foro Rojiblanco que se precie, en cuya alguna de sus secciones no figure un epígrafe dedicao al menda bajo el titular “cerezadas”. O “cooperadas”, pa aquellos que le den un sesgo judicial in-prescrito al tema. Si algún despistao cae por esos lares, se recomienda unos minutejos de lectura al respecto. Cerrando los ojos, y doblando las frases estrella de don cooperador que por allí figuran, se puede obrar un milagro: rememorar, repitiendolas en lectura rápida, y con ese gracejo tan particular, a todo un monstruo de la comedia. Marx, Groucho Marx.

Amén de incorporar al léxico patrio, nuevas acepciones y apócopes que sin duda marcarán un hito en el devenir semántico de nuestra querida lengua. Así, los emolumentos estipulados para la marcha de un jugador se llaman “clásulas”; o la asociación deportiva ¿sin ánimo de lucro? pasa a denominarse “cluz”. Con el prefijo”puti”, dependiendo de quién y pa qué lao lo dirija.
No se deben pasar por alto los refranes. Parcela (no edificable, qué pena) donde nuestro estelar personaje, también tiene sus pinitos. Este tío de mundo, es capaz de marcarse un curso sobre hidrología casera, y así decidir que tal o pascual situación, “es el vaso que colma la gota de agua”. Arquímedes se tiraría de los pelos del sobaco, si no jugara en la liga griega. Pero vamos, que sin comisión de por medio, ¿a quién coño le importa el vello axilar del heleno ese…?
Y, ¿qué me dicen de sus metáforas?. Concisas y contundentes. Como definir, anticipándose a la mismita RAE, que “el Fútbol y los toros se parecen… En esas dos cositas de ahí”. ¿Cúalas?. Pregunta la tía Pascuala, tras el micro. Y nuestro erudito prota, vuelve a mirar las tetillas que antaño había señalao, pa sentenciar en perfecto castellano de sol y sombra: “los pitones”. ¡Olé y cierra España!. Y los gurús del feminismo, ametrallando a pobres diablos que jamás saldrán de Sócrates del barrio.

Tras infinidá de flirteos lingüísticos, cordadas vocales, poesía a la picota y demás recursos literarios del sujeto en cuestión, esparcidos de costa a costa y que obviaremos colar por ser carne de volúmenes varios; llegamos al instante cumbreporelmomento: esa entrevistita a 24 de agosto de 2009. 17 años y 55 días después de que cooperara necesariamente en el desfalco y apropiación indebida del Club Atlético de Madrid. Y, de entre todas las preguntas

http://encuentrosdigitales.rtve.es/2009/enrique_cerezo.html

escojo una, que dice:
“¿No está trucado el video que aparece en Internet, donde vd. insulta gravemente a un aficionado del Atleti desde el mismo palco presidencial?. Me sorprendió, y creo que es falso, pues no se ha visto en informativos ni otras cadenas televisivas...”


A la que don cooperador responde, toda vez que viene la inquisición acaramelada, y ha pasao la censura. La línea editorial. O cómo cojones se quiera llamar a ahora al “arte” de meter la tijera a un texto o directamente obviarlo por incómodo:
“La verdad es que yo creo que nunca insulto a nadie porque todo el mundo me merece un respeto, pero tú sabes que alguna cadena siempre está jugando con la lectura de los labios y habría que preguntarle al que interpreta en que se basa para decir en qué se basa. Yo que me dedico al cine, cuando se hacen doblajes de películas extranjeras no te puedes ni imaginar desde cuando un actor dice buenos días en cualquier idioma lo que se puede poner sólo con ese movimiento de labios.”

“La verdad es que yo creo que nunca insulto a nadie…” El sujeto dá por verdá algo que piensa que no hace, pero que no puede asegurar al colar la palabra “creo”, en lugar de otra más comprometida, tal como “aseguro”. Otra opción, es que insulte en sueños u otros estaos catatónicos, y que no posea conciencia total de sus comportamientos.

“…y habría que preguntarle al que interpreta en qué se basa para decir en qué se basa”. Tras “el cielo está enladrillado”, y “un tigre, dos tigres, tres tigres”, la frase en sí es meritoria pa entrar por su propio pie, sin ayuditas de prensa, dentro de los grandes trabalenguas hispanos. Si es capaz de pronunciarse en tres segundos, sin obtener un esguince de lengua, con fisura en papilas gustativas y elongación del alto paladar; merece el premio al boquío de oro.

“Yo me dedico al cine, cuando se hacen doblajes de películas extranjeras no te puedes ni imaginar desde cuando un actor dice buenos días en cualquier idioma lo que se puede poner solo con ese movimiento de labios”. Magistral lección sobre monchitos y doñas rogelias. Hay gente que piensa en usté cuando se mencionan estos personajes… Al grano, y por partes. Uno, ese video ha quedao residual, en las catacumbas de Internet. Se sacó de la cadena Cuatro, que lo emitió esa misma noche de algarada contra el Celta. El cambio de planos, los distintos tiros de cámara y, en fin, la composición en sí, delata que no se trata de un video caserillo. Dos, la cuestión es que SOLO se pudo ver por TV en una ocasión. Contrariamente a la casi contemporánea peineta de Capello en Chamartín, que salió hasta en los telediarios chinos, el video “trucao” con don cooperador en plan “sujétame, que los arrollo”, fue flor de un día. O, más concretamente, una noche. Las llamadas “líneas editoriales”, o cómo censurar sin que suene tan brutal, igual saben algo de esto… Y tres, si, como asevera el damnificao, se le han “transgiversao” sus palabras (merced a ese digo-diego que es posible trabajarse en los laboratorios de audio), la solución es clarita: denuncia al canto. Máxime si siempre lo hace. Porque en este affaire, una de las partes miente. Y a unos se les está poniendo en entredicho su rigor informativo, y a otro su imagen como presidente de una Entidad centenaria. Quizás habría que preguntarle al jurao que se gira con aire de incredulidá cuando a don cooperador le ponen en su labios un “hijo de puta” que no pronunció, pa tener algunos pelillos de la burra en la zarpa… Porque, en la SAD Atlético de Madrid, que denuncie el presuntamente insultao/seguidor, es una barbaridá. O una retirada segura de abono. Por menos se ha hecho…

Juzguen ustedes mismos, señores y señoras de la parroquia Rojiblanca:

http://www.youtube.com/watch?v=MvS8Ay1pVo8