De atléticos a indios y colchoneros, pasando por atletistas

"Y usted, no pise ese Escudo..."
Luis, presidente de honor

lunes, 1 de febrero de 2010

El burro, delante

Uno que se dice presidente porque la prescripción le ha concedido un título, mientras el TS asegura que se le puede tratar como “cooperador necesario en un delito de estafa en las acciones del Club Atlético de Madrid”, no acude a ver al Equipo del que se autocalifica “presidente”, porque “tiene cosas más importantes que hacer”. El alérgico permanente al palco e impenitente sufridor extramuros o pro-M30, excepto en partidos muy de Europa y tal, al menos se inventa excusas menos directas… Una afición dedicada a sus barecitos y su no llegar tarde a casa que mañana hay que currar, desaloja cobardemente un recinto que le van a demoler por las bravas sin decir ni mú. No vaya a ser que le quiten ese título de “mejor afición” que, como el espíritu santo, se sabe que anda por algún lao, pero nadie le ha hecho la foto. Sí, he dicho cobarde, cobarde por los que se fueron y los que quedan. ¿Quién no hubiera pensado que los españolitos de principios del XIX habrían sido unos caguetas de haber dejao que Napoleón campara por Sierra Morena como si de Versalles se tratara?. Emigrantes o quedaos. Pues eso, cobardes. El burro delante, pa que no se espante. Una “prensa” que ha desarrollado un papel de sembradora de sueños, disfrazada de Alicia en el país de las mil y una maravillas, vendiendo el género a tres cuartos: uno, el cómo explicar a los miles de furercitos metidos en su búnker que reconquistarían Europa y las Hurdes incluidas, en tanto el hundimiento era un latente más que patente. Un cuartito lleno de generales morenos, avellanados, picudos, gallardos, esperanzados, callistas, destajistas, colaboracionistas… Que no paran de susurrar a los oidos del fiurer que la división blindada 104 y la aerotransportada 3 Pies al Gato están en la calle ganándole terreno al enemigo. Mientras el Manzanares cae. Como cayó Berlín. Una prensa, que metido en escenas bélicas, ha tenido mucha, pero mucha culpita, en enseñar al invasor Napoleón como el rey Midas. Y se juntó el pan con las ganas de que lo fuera. Y al séptimo día, se hizo el pan como unas hostias.

Dos, que esa “reconquista” habría de hacerse bajo un papel de “pupas” que, curiosamente, no se mentaba en tiempos del bendito señor que lo pronunció. No cabe más palabrería para desfacer este entuerto con tintes de patraña que de un tiempo a esta parte parece querer inocularse entre el pedigrí de los atléticos, mas que contestar “tu pupa madre”, a poder ser sonriendo. O no.

Tres, que el Atleti está sentenciado desde hace tiempo informativa y mediáticamente hablando; no ha pasado el corte bipolar y se merece llenarlo de manoletes, gonzalitos, torrentes, cerezos, míster bines o cualesquiera otros personajes entre comediantes y simpaticones. Como el cole: befa y mofa pública para con el que pretenda ponerse de puntillas por encima del corral establecido y te lo cepillas en cuatro recreos. Por Manolito Gafotas. En este caso, un poquito bastante a lo niña del exorcista, porque el mozo en sí era bien parecido y lo han hecho feote hasta decir basta. Una “prensa” que se ha ocupado y preocupado en enseñar bien los granos, el acné, las cicatrices y las mellas que han contribuido a que el mozo parezca un engendro: cienes de jugadores-pufo y docenas de entrenadores-morrallla. ¡Ah! Y algún director deportivo, esa moderna imagen-pantalla que se ha puesto entre el entrenador y la directiva, por si tampoco se lleva en el pack al presidente-paja de turno… En el Atleti SAD, tenemos el “completo”. Más escudos que en 300. ¿Será por eso que la afición no se aclara?... Ni se quita ni se pone rey, pero no hace demasiado una mujer entrada en años increpó a un muchacho en el estadio que portaba un cartel de “gil, culpable”. Poco menos que le vino a decir que no era muy ético meterse ya con los muertos, y que no podía tener culpa de nada, el muy angelito… Eso, o que te digan en plena efervescencia que pongas tú el dinero, como lo pusieron ellos. Y te quedas con cara de gilipoyas al pretender hacer en dos minutos un resumen del “caso Atlético” como altruista seguidor, que los “profesionales” del ramo que te informan que te rilas llevan ya cinco años largos sin hacer. O lo han hecho de puntillas y con un ju-ju/ja-já intercalado. Ciudadanos de la “prensa” que fardan de vender millones y trillones, ¿llegan ustedes a las masas?. Con información, digo, que de salsas rosas, amarillas o de alcaparras, ya se sabe que sí.

Tres bis: por el interés te quiero Andrés. O cómo plegarse a las doctrinas de pensamiento único establecidas bajo la muy políticamente correcta nomenclatura de “línea editorial” (antaño llamada “censura”), vendiendo el jefe una “prensa” libre e imparcial mientras el reporterillo osado contempla la escena amordazado desde su cuarto oscuro. Mirando de reojo el plato de lentejas que, como la escudilla de Toby, lleva grabado el nombre de sus destinatarios. Tiernos e infantes seres que aprenderán mañana a dejarse la ética bajo los escrotos, por mor de un cuenco parecido. Mientras ven en sus líneas editoriales de época, con teles de cataplasma interactiva, los maravillosos valores de la vida a través de películas y videojuegos. El único reducto donde les queda por mostrarse, tras ser confinado a esas reservas por el propio hombre que empezó a escribirlos hace tanto tiempo…

El 4º cuarto, es tan oscuro y tan más intuido que cierto, que le dejo a los mismos periodistas honraos que lo rellenen, si tienen a bien y pueden salvar el referenciado plato del punto anterior… Aquí, hay tela. Los hay que callaron, otorgaron y pusieron alfombra roja al delito de hace 5 años probado por el Supremo, y ahora vienen con historias del ayer que malpueden explicar. Nunca es tarde si… pero, entenderán que están haciendo la picha un completo lío a muchos de sus feligreses que se preguntan, como el Último, “¿dónde estabas entonces, cuando tanto te necesité…?”.

Ahí estamos, señoría. Echándonos la culpa de si fue primero el huevo o la gallina. Debatiendo si el niño es tonto porque no le enseñaron a leer ni a escribir, o es tonto por esos imponderables de la naturaleza. No sé si Rosseau tenía esto contemplado… O si en la última transfusión se nos pasó sangre cortada. En tanto, el cuaderno tirao. Roto. Sin hacer los deberes sobre sus hojas veteadas en Rojiblanco desde hace años. Mirando. Resoplando. Ilusionandonos. Huyendo. Esperando a un mesías, o a un grupo de ellos que nos digan qué tenemos que hacer. A la vez que la gente se va haciendo vieja, sin ganas ni intención de hacer nada. De mostrarse. De revindicarse. Solo pretendemos jugar con mandos de la wii. Para creernos tal, siendo pascual. Pobres y jodidos revolucionarios de baretos y sofás. Valientes en los diferidos sobre revoluciones que ocupan los metros cuadraos de la barra de un local de copas o los asientos de una reunión familiar, cuando nos birlen hasta el mes de vacaciones. Que tanto sudor, lágrimas y sangre, costó a los que años ha se enterraron en sus mismos cementerios. Pueden diferenciarse ahora sus tumbas. Más que nunca. Las reconocereis porque sobresalen dos enormes montículos de tierra un poco más abajo de sus cinturas.

Y el burro delante, pa que no se espante.

2 comentarios:

Alfred dijo...

Que no decaiga Comandante

Gracias por estar (ser)

cochise dijo...

No hay mal que cien años dure.
Las gracias y mercedes, corresponden a esos 500 que pelean aún el sentido de Club.

Un brindis por ellos. Por vos.