De atléticos a indios y colchoneros, pasando por atletistas

"Y usted, no pise ese Escudo..."
Luis, presidente de honor

viernes, 27 de febrero de 2009

Como losas

Venga, va, obviemos que robaron las acciones del Club que dicen representar, y del que son “máximos responsables”. No ponemos la palabra “ladrón”, que parece ser es fuerte pa algunos paladares. Como real. Recapitulemos, fuera de la violación... digo, del tema judicial:

12 años sin títulos
9 años sin disputar una final
9 años sin ganar al eterno rival
10 años para entrar en Copa de Europa
2 años en Segunda
Más de 400 millones de euros de deuda
Ni un madrileño en el primer Equipo
Disuelta la sección de Balonmano
Fulminado el Villa de Madrid
Venden el Estadio sin la prometida consulta
El 3er presupuesto de la Liga lleva 12 años sin ser 3º.
Intentaron cambiarnos las franjas de la Camiseta por un pijama.
La ciudad deportiva no sale de Autocad.
La figura del capitán del Equipo, depauperada.
Los jugadores no se revalorizan, se degradan.
Nos cuentan que la “Champions” es deficitaria.

Retiran el abono "por pesao" al presidente electo de la denominada oposición.
Nos denigran con anuncios como los de metro, y no dan la cara.
Nos insultan desde el palco presidencial.
Prácticamente nunca viajan representando al Club.
Amenazan a los disidentes asistentes a las Juntas.
Mienten con los dos “vandervart” al pasar la previa.
Repescan y se obcecan en traer a jugadores sin implicación ni actitud.
Notables diferencias entre lo que dicen que pagan por los fichajes y su precio real.
Controlan la práctica totalidad de medios de comunicación con peso.
Viven totalmente de espaldas a la masa social.

Descuidan la limpieza del Estadio, con objeto de hacerlo "hostil" al aficionado.
Ni siquiera tienen en la página del Club un artículo relativo a nuestra gran Historia.

Llaman a sus amiguitos en lugar de a los socios/abonados más veteranos para poblar el palco durante la sanción de la uEFA.
Dicen que “tenemos que estar orgullosos de vender nuestra estrella a un gran club”.
Mientras cuentan a la vez que el “Atleti es un Club comprador”.
Mienten con las supuestas ganancias del traslado, que luego no son tales.
Nos venden figurones en época de abonos para acabar trayendo un sinfín de medianías.
Mienten con aquél “monumento al hincha” y la estación de metro V. Calderón.
El que se dice presidente no sabe a ciencia cierta las Ligas que tenemos.
Llevamos una década para “estabilizarnos”.

No suministran la información prometida a los abonadso para el traslado, ni la consulta sobre el nombre.
Intentan parar las demandas contra ellos ofreciendo puestos a los denunciantes en la Directiva.
No defienden las ofensas en ciertos almuerzos que nos infieren los vecinos.
El consejero mayor da vueltas a la M-30 mientras se juegan muchos partidos.
D. inmobiliaria cobra un millón de euros anuales al Club por usar su propio Estadio.
El consejero delegado está pendiente de sentencia, denunciado por algunos accionistas.
Algún fichaje se hace atendiendo a las instrucciones de un colega director de cine.
De codearnos con el 2º histórico, hemos pasado a mirar por el retrovisor a muchos.
Exigen casi 3.000 acciones para poder asistir a la Junta de Accionistas del Club.
Se trabajan con favores los silencios de varios cabecillas de peñas.
Llevamos 12 años quedando por encima de los 20 puntos de diferencia con el campeón.
Algunos aficionados, están encontrando en Neptuno la culminación para un 4º puesto.


Ahí afuera, tras los bares, las oficinas, los talleres, los teclaos, los portales y los parques, hay mucha, muchísima gente del Atleti. Saben. Conocen. Les suena. Creen que. Piensan que. Si es que con estos. Así, no vamos a. Vaya mierda. Joder, siempre igual. Me acuerdo cuando. Pues mi abuelo decía...
Solo es hacer algo a la vez. Fuerte. Contundente. Con persistencia. ¿Qué son?. ¿Diez minutos?. ¿Quince?. ¿Media hora, quizás...?. No hay nada que perder. Acaso la voz. Y esos minutos de nuestras vidas. Y hay mucho que ganar. No sé si servirá pa moverles el culo. Lo que sí sé es que valdrá pa dignificarnos como afición. Pa decirle a estos, y a cualquiera que venga con pulgas, trampas y sinsentidos a amorrarse a la poltrona del Atleti, que con nosotros no se juega. Que valemos pa sacar a hombros por la puerta grande, o arrastrar por el fango a según qué personajes. Ellos mismos. Y sus mecanismos.


S I E M P R E A T L E T I.-

miércoles, 25 de febrero de 2009

Cortita y al pie

Va un tocho de cojones. Hace falta estómago pa apretarse lo que dijeron las “líneas editoriales” por la primavera/verano del 2004, cuando la sentencia dictada a raíz del “caso Atlético”, se hizo pública. Ahora, algunos de estos desinformadotes y tergiversadores, al estilo del SANCIONADO urdaci, cacarean que es la afición a la que ENGAÑARON, la que debe tirar del carro. Tiene cojones que los mismos que se ocuparon de presentar ante el público que las cámaras de gas eran granjas-escuela y los gulags, guarderías sin fronteras; vengan a dárselas de listos ante la misma afición que estafaron y escamotearon la información. Amén de las tapaderas sobre el delito de apropiación indebida del Club (robo, en castellano), hay otras declaraciones que, en perspectiva, resultan acojonantes. Pasen y vean.

A (muy) grandes rasgos, esto es lo que dijo el Tribunal Supremo:
...De esta manera Jesús Gil llegaba a ser propietario del 95% de las acciones, sin haber hecho él o Enrique Cerezo la aportación efectiva de 1.300.000.000 ptas. por un lado y de 650.255.200 ptas. por otro, correspondientes a tal desembolso...
pág.11

...El 30 de junio de 1992 Enrique Cerezo depositó 650.255.200 ptas., procedentes del anticipo del préstamo, en la cuenta 465085-001 antes mencionada.- Como esos ingresos no tenían otra finalidad que aparentar el desembolso, para inmediatamente ser reintegrados, el 30 de Junio de 1992 Jesús Gil dirigió una carta al Banco de Vitoria, expresando que, habiéndose procedido en aquella fecha a firmar escritura de la cesión de la totalidad de los derechos de transferencia de los jugadores profesionales de la plantilla del Club, rogaba, en su calidad de presidente de la Sociedad Anónima Deportiva, se sirviesen transferir a la cuenta corriente abierta a nombre de Jesús Gil en la sucursal la cantidad de
1.300.000.000 ptas.
pág.10

El motivo debe ser desestimado.
b) Sobre la obligación de Jesús Gil de devolver al Club las 236.056 acciones --motivo quinto--. Al quedar prescrito el delito, desaparece la responsabilidad civil ex delicto, sin perjuicio de lo que pudiera acordarse en vía civil, en su caso, por el propio Club quien pudiera o bien amortizar las acciones toda vez que no están desembolsadas o exigir su efectivo desembolso y sin perjuicio de las medidas que pudieran tomarse de apreciarse un incumplimiento de la Ley 10/90 de 15 de Octubre, del Deporte y del Reglamento que la desarrolla.
El motivo debe ser desestimado.
c) En relación a la falta de apropiación y a la inexistencia de ánimo de
lucro --motivo sexto, séptimo y octavo-- nos remitirnos a lo dicho anteriormente. Hubo delito de apropiación, cuestión diferente es que esté prescrito el delito.
pág.30




Y esto otro, el trato/interpretación que le dieron los medios de “información” (consultar las hemerotecas, a veces resulta vomitivo):
AS
La Audiencia devuelve las acciones a Gil y Cerezo
Se mantiene al interventor judicial hasta la resolución del Supremo
M. Esteban 12/02/2004
La Sala Primera de la Sección Penal de la Audiencia Nacional dictaba ayer un auto por el que se ordenaba el levantamiento del embargo que pesaba sobre las acciones de Jesús Gil y Enrique Cerezo (el 95 % del Atlético) de manera inmediata.
Esta sentencia es consecuencia de la petición que hicieron tanto Jesús Gil como Enrique Cerezo cuando la Audiencia Nacional les obligó a desembolsar 13 millones de euros el año pasado para dar el visto bueno a la ampliación de capital que se hizo, destinada a los accionistas. En el mismo momento que desembolsaron esta cifra, la que supuestamente no habían aportado el año 1992 cuando se hizo la transformación en Sociedad Anónima.
Incluso se podría dar la circunstancia de que si el Tribunal Supremo fallara a favor de Gil y Cerezo en el recurso que han presentado contra el fallo de la sentencia, el Atlético les tendría que devolver esta cantidad de 13 millones de euros. Lo que sucede es que los dos directivos destinaron la misma a la compra de acciones en la ampliación de capital y ya han señalado que nunca iban a reclamar a la entidad este montante. Lo que no ha desaparecido es la figura del interventor judicial, que sigue siendo la persona encargada de fiscalizar, controlar y dar el visto bueno a todos los gastos que se producen en el club. Se espera que los problemas judiciales se vayan olvidando y tanto en el apartado deportivo y económico haya estabilidad.
Cerezo: “Vuelven a sus dueños”
"Las acciones vuelven a sus verdaderos dueños. Estamos muy contentos con esta decisión, porque nos permitirá al club regresar a la situación de hace cuatro años. Cuando una persona se siente inocente, que te embarguen unas acciones no supone ningún problema. Ahora lo importante es que el club salga beneficiado y podemos dedicarnos a buscar lo mejor en el terreno deportivo”.
Gil Marín: “Clarifica el futuro”
Por encima de todo, esta decisión va a contribuir a la estabilidad del club, y esto va a disipar muchos temores sobre el futuro. El día a día del club no va a cambiar mucho y no me molesta que siga el interventor, ya que su presencia nos aporta una garantía de corrección y transparencia en todo lo que hacemos en el día a día y que es fundamental para seguir creciendo”.


La intervención del juez cambió el club
Los problemas jurídicos marcaron sus últimos años en la presidencia
I. Díaz- Guerra 15/05/2004

Sería imposible recordar a Jesús Gil sin hablar de problemas jurídicos. Su apabullante personalidad y su salto a la escena política acabaron por convertirle en un habitual de los banquillos y, hasta en tres ocasiones, residente temporal en la cárcel. El Atlético nunca logró mantenerse al margen de esas turbulencias, que tuvieron como momento más doloroso la administración judicial que comenzó el 22 de diciembre de 1999 sumiéndole en una inestabilidad que concluyó con el descenso y de la que aún está intentando recuperarse.
Aunque su primera experiencia carcelaria se remonta a 1969 debido a una imprudencia temeraria como constructor, sus primeros doce años en el Atlético resultaron tranquilos en el aspecto jurídico. El primer juicio que salpicó al club rojiblanco fue el llamado Caso camisetas, relativo al supuesto desvío de 450 millones de pesetas del Ayuntamiento de Marbella al Atlético. Gil ingresó en la prisión malagueña de Alhaurín de la Torres y fue condenado a 28 años de inhabilitación por este asunto.
Sin embargo, su peor mes fue abril de 2002, cuando se confirmó dicha condena, le embargaron sus bienes y acciones del club por el Caso Atlético (sobre las irregularidades cometidas en las transformación del club en sociedad anónima), tuvo que abandonar la alcaldía de Marbella e ingresó ocho días en la prisión de Alcalá-Meco debido al Caso saqueo. Finalmente, el 14 de febrero de 2003 la Audiencia Nacional le condenó a tres años y medio de prisión y a restituir sus acciones del club, sentencia aún pendiente de la decisión del Supremo. Pero, aunque sorprendente, Gil logró tomarse sus estancias en la cárcel con un sentido del humor excepcional, convertir a personajes como El Escorpión en tiernos corderitos y recordarnos que se trataba de, en lo bueno y en lo malo, un tipo especial.


El Supremo da la razón a la familia Gil
En la sentencia, que se conocerá en julio y que ayer adelantó ‘El Larguero’, se considera que la acusación de apropiación indebida del club estaba prescrita
Manuel Esteban 04/06/2004

El Tribunal Supremo anula la sentencia del caso de la transformación del Atlético según anunció anoche el programa El Larguero de la Cadena SER. El alto tribunal ha aceptado los argumentos de la defensa del fallecido Jesús Gil y considera que los delitos de los que le acusaba la Fiscalía Anticorrupción habían prescrito, que eran la tesis que defendió su abogado Horacio Oliva. La sentencia se dará a conocer públicamente en los primeros día del mes de julio.
La resolución anula una parte de la sentencia de la Audiencia Nacional al considerar que dos autos de aclaración que dictó la sección primera de la Audiencia Nacional días después de hacer público el fallo de sus deliberaciones, son prácticamente como “otra sentencia” y no están en absoluto fundamentados.
Por tanto, según fuentes del propio Tribunal, estas dos resoluciones adoptadas a posteriori deben ser anuladas porque no se pueden dictar tres sentencias como si fuera una y más cuando de lo que se trataba era de una aclaración que justificaba un olvido imperdonable de la sala que juzgó a Jesús Gil, su hijo Miguel Ángel y Enrique Cerezo.
En la sentencia, los magistrados no dijeron nada sobre si el delito de apropiación indebida había prescrito y tuvo que ser días después cuando dictaron su aclaración. El Tribunal Supremo anula esta aclaración y en consecuencia, acepta que el delito ha prescrito porque han pasado más de cinco años desde que se cometió, supuestamente, hasta que la fiscalía presentó la querella.
En el segundo auto de aclaración fue la Fiscalía Anticorrupción quien tuvo que recordar a la sala que aunque habían condenado a Jesús Gil a devolver las acciones, no se percataron que la dueña de esas acciones era “Inmobiliaria Alhambra” y no la habían condenado en sentencia.
De esta manera el Tribunal anula los autos de aclaración y acepta que la persecución del delito de apropiación indebida se hizo fuera de los plazos legales y no es válido. Por lo tanto, al no existir el delito, la responsabilidad civil también desaparecería con lo que la familia Gil podría no tener que devolver los 1.900 millones de pesetas a los que les condenaron por apropiación indebida.
Miguel Ángel Gil será el dueño del club
Con la sentencia del Tribunal Supremo aceptando las tesis que presentó la familia Gil por la sentencia del caso Atlético, Miguel Ángel Gil, que tuvo como abogado defensor a Pablo Jiménez de Parga, pasará a ser el accionista mayoritario de la entidad. La inmobiliaria Alhambra que tiene más del 90 de las acciones que Jesús Gil tenía del Atlético, tenía como presidente a su mujer Mari Ángeles, que cederá estos derechos en favor de su hijo. De esta manera ya podrá afrontar la renovación de la entidad y sobre todo conseguirá que le quiten la intervención judicial y que todos sus actos no tengan que estar fiscalidad. Cinco años con un duro control.




El Supremo le devuelve el club a los Gil y a Cerezo
El Atlético vuelve a la normalidad institucional
Agencias 09/07/2004
La Sala Segunda del Tribunal Supremo ha absuelto al fallecido Jesús Gil y al actual presidente Enrique Cerezo al estimar que ha prescrito el delito de apropiación indebida de fondos del club, por el que la Audiencia Nacional les condenó a dos y un año de cárcel, respectivamente.
Además, deja sin efecto la obligación de devolución del club de las 236.056 acciones que poseían y mantiene, sin embargo, la condena de un año y seis meses de cárcel (que no deberá cumplir) a Miguel Ángel Gil Marín por delito de estafa por simulación de contrato. Igualmente se señala que Gil Marín y los herederos de Jesús Gil deben devolver al club 2.700 millones de pesetas para reponer la situación contable del Atlético al estado anterior a los contratos ficticios (caso negritos) que constituyen la estafa. Por último el Supremo deja sin efecto la decisión de la Audiencia Nacional de que Gil y su hijo abonen al Atlético el importe del IVA que el club pagó por la cesión de cuatro jugadores y que ascendió a 438 millones de pesetas.
Alegría.
El abogado de la familia Horacio Oliva resaltó su satisfacción por la resolución y sobre el fallo sobre Miguel Ángel Gil indicó: Nadie va a ingresar en prisión porque no hay antecedentes penales y las responsabilidades civiles están cubiertas, por lo que se aplica la suspensión de la condena. El Supremo -en alusión a los devolución de 2.700 millones de pesetas- condena a reponer la situación contable, no a pagar. No se trata de que nadie se haya quedado con dinero de nadie, sino que no se han contabilizado unas determinadas cantidades y para tapar esa no contabilización se hicieron unos contratos que el Supremo, en casación, dice que fueron ficticios. Se hizo justicia con Jesús Gil.
Recuerdo para Jesús Gil
Tanto Enrique Cerezo como Miguel Ángel Gil tuvieron palabras de recuerdo para Jesús Gil en la rueda de prensa que dieron en el Calderón: Seguro que hoy sería un día feliz para él. Siempre dijimos que nadie se puede llevar dinero, porque no había. Espero olvidar la pesadilla que ha sido tener a este equipo totalmente judicializado.


La estabilidad añorada
Manuel Esteban 04/06/2004
Miguel Ángel Gil recibió ayer la noticia que estaba esperando desde hacía cinco años. Pudo conocer gracias al especialista de la SER en Tribunales, Javier Álvarez, que el Supremo les da la razón, que el club va a recuperar su normalidad y no estar judicializados y bajo la atenta mirada del interventor en todos sus actos y que las tesis de su padre han salido valoradas. Ha sido una larga etapa de juicios y miles de problemas, que al final han conseguido solventar sus abogados Horacio Oliva y Pablo Jiménez de Parga.
El gran beneficiado va a ser el Atlético. Primero había créditos solicitados, ampliaciones de capitales y negociaciones con el Ayuntamiento sobre el futuro del Calderón, mediatizadas por la presión de lo que diría el Tribunal Supremo. Miguel Ángel Gil pasará a ser el accionista mayoritario, aunque con las ideas muy claras. Desea abrir el Consejo a los atléticos que quieren ayudar al club, aunque nunca va a perder el poder de decisión. Es el pistoletazo de salida para una entidad que ha estado bajo la lupa de jueces, inspectores de hacienda y la opinión pública en los últimos cinco años. En la comida que el Consejo tuvo el viernes había optimismo sobre el fallo del Supremo y desde ayer ya pueden comenzar a elaborar todos sus proyectos deportivos que es lo más importante y el reto que se ha lanzado la familia Gil. Por fin, el Atlético ya ve la luz al túnel.

Miguel Angel Gil:"Esta decisión va contribuir a estabilidad club"
11/02/2004 - 18:25(GMT)

Madrid, 11 feb (EFE).- Miguel Angel Gil, director general del Atlético de Madrid, se mostró muy satisfecho con la decisión de la Audiencia Nacional de liberar las acciones del club embargadas a la familia Gil y al presidente rojiblanco, Enrique Cerezo, ya que, a su juicio, contribuirá decisivamente a la "estabilidad" del Atlético. "Por encima de todo, esta decisión va a contribuir a la estabilidad del club, porque tener siempre algo "sub iudice" de cara a las instituciones financieras no es bueno, y esto va a disipar muchos temores", señaló Miguel Angel Gil en declaraciones a EFE. Pese a la transcendencia de la resolución, que devuelve a los Gil y Cerezo el control del Atlético, se mostró tranquilo, ya que como el mismo reconoció, tras la resolución judicial que permitió realizar la ampliación de capital, esta decisión era "previsible". "Era lo más razonable que ocurriera después de la resolución del pasado 20 de junio que nos permitió realizar la ampliación de capital, por lo que el día a día del club no cambiará mucho", añadió el consejero delegado del conjunto madrileño. Pese a que la resolución dictada por la Sección de lo Penal de la Audiencia Nacional no se refiere a la continuidad del interventor judicial que actualmente controla las cuenta del club, Miguel Angel Gil no se siente muy molesto por su presencia, es más, en cierto modo se encuentra agusto con la garantía de "transparencia" que su labor dota a todas las acciones del club "Para mi que estoy en contacto diario con la gestión del club, y pese a no ser lo mejor, su presencia nos aporta una garantía de corrección y transparencia en todo lo que hacemos", concluyó Miguel Angel Gil.EFE jv.fc

EL PAIS
El Tribunal Supremo absuelve al fallecido Gil y a Enrique Cerezo
Reduce las condenas por el caso Atlético a un año y medio de cárcel para Miguel Angel Gil Marín y anula la devolución de acciones
AGENCIAS - Madrid - 08/07/2004


El Tribunal Supremo ha absuelto al fallecido Jesús Gil y al actual presidente del Atlético de Madrid, Enrique Cerezo, por el denominado caso Atlético, ha reducido las condenas establecidas por la Audiencia Nacional y ha anulado la obligación de devolución al club de las 236.056 acciones en manos de los imputados.

El Tribunal Supremo ha absuelto al fallecido Jesús Gil y a su sucesor y actual presidente del Atlético de Madrid, Enrique Cerezo, al estimar que ha prescrito el delito de apropiación indebida de fondos del club, por el que la Audiencia Nacional les condenó a dos y un año de cárcel, respectivamente. Además, ha reducido las condenas establecidas por la Audiencia Nacional por el caso Atlético y ha anulado la obligación de devolución al club de las 236.056 acciones en manos de los imputados.
El Tribunal Supremo mantiene la condena de un año y seis meses para el director general del Atlético de Madrid, Miguel Angel Gil Marín por delito de estafa por simulación de contrato. El Alto Tribunal recuerda que, al haber fallecido Jesús Gil, la otra condena impuesta a éste por la Audiencia, de un año y medio de cárcel por el delito de estafa, lógicamente queda extinguida, pero mantiene que tanto su hijo como el resto de sus herederos deberán pagar al Atlético la deuda que tenía Gil y Gil por importe de unos 16,23 millones de euros (2.700 millones de pesetas).
En relación a la prescripción del delito de apropiación indebida, la sentencia argumenta que se produjo el 30 de junio de 1992, cuando Gil y Gil se hizo con la mayoría de las acciones del Atlético, mientras que la querella de la Fiscalía Anticorrupción se presentó el 19 de julio de 1999, por lo que se excedió el plazo de prescripción de cinco años que lleva aparejado ese delito.

AS
“Vender a Torres sería mal negocio”
Enrique Cerezo analizó la actualidad atlética en el Foro Fundación Ferrándiz-AS
I. Díaz-Guerra 25/03/2004

Los tiempos están cambiando en el Atlético y ayer los asistentes al Foro Fundación Ferrándiz-AS pudieron apreciarlo en primera persona con la presencia de Enrique Cerezo, el presidente de la mesura. Él mismo admite, en plan el Señor Lobo de Pulp Fiction, que su función es solucionar problemas: “Llevo 18 años en el club y mi intención siempre ha sido la misma: que todo vaya bien, que no haya líos ni fallos. Yo sé que Jesús Gil es una persona polémica, pero mi objetivo como presidente ha sido recuperar la paz social en el Atlético”.
Y parece lograrlo. Ayer se ganó a un auditorio con más de un infiltrado (estaba hasta Tomás Roncero) y con Ferrándiz al frente. Don Pedro no es del Madrid, es el Madrid y como tal recibió a Cerezo. Con el amor-odio de un enemigo íntimo: “Esta casa, blanca impoluta desde sus cimientos a su cúpula, se honra hoy de añadir virtualmente unas franjas rojas a su bandera, en honor a nuestro huésped, Enrique Cerezo, a quien podríamos calificar de presidente tranquilo de un club cuyas históricas convulsiones telúricas, felizmente superadas, han dado color y sabor al fútbol español y a sus circunstancias. Porque después de la crisis sigue la vida”. Y Cerezo sonrió, recogió el presente que se le ofrecía y se dispuso a sumar tres puntos en casa ajena.
En su ponencia, el presidente explicó, claro y sencillo para que los chavales del colegio Calasancio pudieran entender temas tan farragosos, los convulsos acontecimientos que han marcado la historia reciente del Atlético: “En 1992 acogimos la conversión en sociedades anónimas como la salvación del fútbol, pero no fue así. De hecho, la situación económica actual de los clubes es penosa. Entonces vivíamos una época de gasto descontrolado, se fichaba por fichar, y en el Atlético no era distinto. Tuvimos que comprar el 95% de las acciones entre dos personas y, por si fueran pocos problemas, en el 95 llegó una administración judicial penosa, triste y en la que el club nunca debió estar involucrado”.
Aunque el discurso suena a Gil, Cerezo cambia de tercio y prefiere analizar las consecuencias mejor que cebarse en los causantes: “Se originó una inestabilidad deportiva total. Teníamos una plantilla plagada de figuras: Molina, Gamarra, Ayala, Baraja, Valerón, Kiko, Hasselbaink... Pero muchos empezaron a temer por su futuro y a buscar una salida. Bajamos a Segunda y perdimos unos 7.000 millones de pesetas. Supuso un desprestigio social y deportivo terrible. Pero, en lo que fue una experiencia excepcional, subió el número de abonados y, cuando no logramos ascender, volvieron a aumentar al año siguiente. Fue el punto de inflexión”.
Como en una película americana, el productor Cerezo dejó lo bonito para el final. Pero el Atlético más que una superproducción debe ser un film independiente, porque el desenlace también presenta cierta amargura y un futuro incierto: “En Segunda llegamos a temer por la desaparición del club, pero al final nos dejó cosas positivas. Nuestras campañas de publicidad (Un añito en el infierno; Papá, ¿por qué somos del Atleti?, y Ya estamos aquí) fueron un éxito a nivel mundial, la respuesta de los aficionados no hay palabras para describirla y la situación judicial se normalizó. Ahora el objetivo es sobrevivir y seguir creciendo. Aunque a veces crees que es imposible. Estamos abocados a pasarnos el día buscando créditos para llegar a fin de mes. Por eso nuestro plan estratégico pasa por contener el gasto y, en lo deportivo, por la cantera”. Elemental, querido Watson.
Llegados a este punto, Alfredo Relaño (director de AS y moderador del debate) toma buena nota y da paso a la cantera de periodistas presente en la sala, pero como los chavales no se sueltan (ya lo harán y cómo) toma la palabra el sanedrín de los profesionales. Enrique Gozalo (SER y La Razón) no termina de creerse que alguien haya podido llevar la paz al Atlético post-Gil y Cerezo sale en defensa del otro propietario, el doctor Jekyll de mister Hyde: “Jesús tiene una manera de ser polémica, que a veces ha perjudicado al club y otras muchas le ha beneficiado. Yo he llegado con la filosofía de unir a todo el mundo y normalizar las relaciones con las instituciones y la Prensa. Pero Gil ha intentado, por encima de todo, hacer el bien”.
Sin embargo, el tema da más de sí. Carlos Toro (El Mundo) mete el dedo en la llaga: “¿Es un presidente a la sombra de Gil?”. Y Cerezo (contundente, pero sin prepotencia) saca a relucir sus galones de empresario de éxito: “Jesús es mi amigo, pero yo no tengo por qué depender de nada ni de nadie. Mi situación económica me permite no rendir pleitesía a nadie. Digo lo que quiero decir y hago lo que quiero hacer. Soy independiente”.
Carlos de Torres (EFE) tira de apellido y es el primero en recordar al protagonista en ausencia del acto: Fernando Torres. Como las ofertas son tantas y tan altas, preocupa que el Atlético se despiste y venda a la joya. Cerezo es tajante: “Ni nos planteamos venderle. Te pagan un dineral y luego te gastas al menos la mitad en comprar a otro que no sabes cómo te va a resultar. Vender a Torres sería un mal negocio. Tiene a todo el mundo de su lado, nosotros estamos encantados con él y tiene un buen contrato. Ninguna de las dos partes tiene interés en que se produzca un traspaso”.
Es hablar del Niño y que los de verdad, los del Calasancio, se suelten la melena. Sobre todo ellas. La primera no esconde sus prioridades: “¿Tiene por ahí una firma de Torres?”. No hay suerte. Tras conceder dos preguntas de cortesía, una amiga vuelve a la carga: “¿Fernando tiene novia?”. Y Cerezo nos pone los dientes largos a los pobres mortales: “Me imagino que muchas. Al menos, todas las aficionadas del Atlético”.
Pero, cuando ya han conseguido que el presidente se confíe, los niños sacan los dientes. Nunca se fíen de nadie con demasiada cara de inocente (piensen en Ronaldo). Tanda de temas con miga y Cerezo no se esconde. Manzano: “Lo está haciendo bien y, salvo sorpresa, tiene todas las papeletas para continuar con nosotros”. La Champions: “Yo aposté que lograríamos clasificarnos, pero perdimos 5 o 6 puntos que no debíamos. Aunque es difícil, no he perdido la esperanza todavía”. Movilla: “Me encantaría que jugasen todos nuestros futbolistas, pero son los técnicos los que deciden quién se va y quién se queda”. Kiko: “Se fue porque él quiso y se equivocó. Nadie le echó, Tuvo la nobleza y la valentía de irse perdiendo más de 6 millones de euros”.
No hay quién les pare. Los periodistas parecemos espectadores y no está nada claro que eso sea malo. Otra ráfaga de nombres propios y Cerezo, sorprendentemente, ni suda. Lequi: “Tenemos una opción de compra y espero que se haga efectiva”. La Peineta: “Se ha hablado de que podríamos jugar allí, pero nosotros estamos muy a gusto en el Calderón. El único problema es que la ampliación de la M-30 pudiera afectar a nuestro estadio, pero por ahora no parece”. Florentino: “Es una buena persona y un buen presidente. Lo que le hace falta es suerte, como a todos”. Real Madrid: “¿Envidia? No. Tampoco creo que sus resultados estén siendo para tenerle envidia”.
Y suena la campana. Cerezo ha soportado perfectamente el castigo y todos aplauden. Los chavales (ya los dueños del lugar) se llevan una merecida recompensa cuando les regalan los cuatro tomos de 100 años del Atlético de Madrid, la enciclopedia de AS escrita por Bernardo de Salazar. Durante el aperitivo posterior, Cerezo firma autógrafos sin perder la sonrisa ni la cerveza. Yo, que no frecuento sitios donde el vino no se mezcla con Coca-Cola y me impone la gente con sus iniciales bordadas en la camisa, me rindo a Cerezo. No sé si habrá cambiado el Atlético, pero es bonito creerlo.

AS
Primera Atlético de Madrid
Audiencia paraliza devolución de las acciones a Jesús Gil
La sección primera de la sala de lo penal de la Audiencia Nacional ha decidido ante este requerimiento paralizar la devolución de los títulos a nombre de Gil
EFE 23/02/2004
El Tribunal de Cuentas, que reclama al ex alcalde de Marbella, Jesús Gil y Gil, más de 96 millones de euros en concepto de responsabilidad civil, ha solicitado a la Audiencia Nacional que suspenda el levantamiento del embargo que pesaba sobre las acciones del Atlético de Madrid de las que éste es titular.
Según informaron fuentes jurídicas, la sección primera de la sala de lo penal de la Audiencia Nacional ha decidido ante este requerimiento paralizar la devolución de los títulos a nombre de Gil, acordada el pasado día 11 al estimar que éste había satisfecho la responsabilidad civil exigida al depositar casi 12 millones de euros para proceder a ampliar el capital del club de fútbol.
El Tribunal de Cuentas, sin embargo, no desea que se levante el embargo trabado sobre las acciones hasta que Gil deposite las cantidades exigidas en concepto de responsabilidad civil por su gestión al frente del consistorio marbellí.
Fuentes de la defensa de Gil han mostrado su extrañeza por esta decisión por cuanto que no han recibido ningún requerimiento para depositar cantidad alguna y, además, hay aún dos recursos pendientes de resolver contra los informes del órgano fiscalizador que detectaron irregularidades en la gestión del Ayuntamiento de Marbella.
La decisión de la Audiencia Nacional, en cualquier caso, no afecta a las acciones del Atlético propiedad de su actual presidente, Enrique Cerezo, que también están embargadas y que sí le serán devueltas, ya que no ha tenido relación alguna con el Ayuntamiento de Marbella.

AS
Un presidente sensato
Manuel Esteban 25/03/2004

Es un lujo para los tiempos que corren. Enrique Cerezo es un presidente sensato que conoce la disponibilidad económica del Atlético y con imaginación intenta devolverle el esplendor de tiempos pasados. No reniega de su amistad de 18 años con Jesús Gil, pero proclama su independencia a la hora de tomar decisiones. Junto con Miguel Ángel Gil Marín tienen la papeleta más que complicada de encontrar los euros necesarios para poder luchar con Deportivo y Valencia a los que ahora se supera en abonados, aunque se pierde en la batalla deportiva.
Acorto plazo, el respiro económico lo dará el plan de remodelación de la M-30 que llevará al Atlético a la Peineta, intentando vender el Calderón en el mejor precio posible y buscando en Campamento unos terrenos que permitan construir una Ciudad deportiva que tenga un nuevo estadio. Esta operación puede durar como mínimo cinco años. Luego se intentará la salida a Bolsa, aunque para ello en los próximos balances de la entidad se deben evitar los números rojos.
Pese a todos los agobios, resiste estoicamente las ofertas mareantes que le llegan por Fernando Torres. Hombre de negocios y rey del cine en España, sabe que hay que tener la cabeza fría a la hora de soltar a un ídolo. No es la solución que se busca y por lo tanto su mensaje es claro de que el Niño es intocable. La estabilidad y tranquilidad es la mejor política que ha intentado transmitir durante su año de mandato. Evita las polémicas y su intención es que el Atlético recupere la voz en los órganos de poder. Un tío listo, que quiere jugar la Champions.

El Mundo
SÓLO PROSPERA LA CONDENA POR ESTAFA El Tribunal Supremo absuelve a Gil y a Cerezo AGENCIAS
MADRID.- El Tribunal Supremo (TS) absolvió al fallecido Jesús Gil y a su sucesor y actual presidente del Atlético de Madrid, Enrique Cerezo, al estimar que ha prescrito el delito de apropiación indebida de fondos del club, por el que la Audiencia Nacional les condenó a dos y un año de cárcel, respectivamente.Así lo acuerda la Sala de lo Penal del TS en una sentencia en la que, además, deja sin efecto la obligación de devolución al club de las 236.056 acciones que poseían y mantiene, sin embargo, la condena de un año y seis meses para el director general del Atlético de Madrid, Miguel Angel Gil Marín, hijo del fallecido, por delito de estafa por simulación de contrato.
El TS recuerda que, al haber fallecido Jesús Gil , la otra condena impuesta a éste por la Audiencia Nacional, de un año y medio de cárcel por el delito de estafa, lógicamente queda extinguida, pero mantiene que tanto Miguel Angel Gil como el resto de sus herederos deben devolver al club 2.700 millones de pesetas para reponer la situación contable del Atlético al estado anterior a los contratos ficticios que constituyeron la estafa.
Transformación en sociedad anónima
El origen de este proceso fueron las supuestas irregularidades cometidas durante la transformación del club en sociedad anónima que según la Audiencia Nacional se produjo el 30 de junio de 1992, cuando Gil y Cerezo se hicieron con las mayoría de las acciones del Atlético sin desembolsar su importe, lo que motivó la condena de ambos por el delito de apropiación indebida.
El TS recuerda que la querella por estos hechos fue presentada por la Fiscalía el 19 de julio de 1999, por lo que "es claro que habían transcurrido con creces -casi siete años- el periodo de prescripción de cinco años que lleva aparejado" el delito de apropiación indebida. Al ser absueltos ambos por esa prescripción desaparece también toda la responsabilidad civil que este delito lleva aparejada y por ello "la obligación de devolución al Atlético de Madrid de las 236.056 acciones", ello "sin perjuicio de las acciones civiles que pueda ejercitar el club, pues es lo cierto, que tales acciones no fueron desembolsadas".
Miguel Ángel Gil, condenado por estafa
Respecto al delito de estafa por simulación de contrato, la Audiencia Nacional, que condenó por el mismo al fallecido Jesús Gil y a su hijo, relata se produjo en 1998, cuando el primero y a través de la empresa de su propiedad -Promociones Futbolísticas- vendió al club los derechos de cuatro jugadores nigerianos por 2.700 millones de pesetas (16,23 millones de euros) "siendo el valor de esos derechos casi inexistente" con el objeto de cancelar la deuda que tenía con el Atlético.
"En definitiva, padre e hijo, con manifiesto abuso, perjuicio y deslealtad hacia el club suscribieron en colusión el contrato que aunque formalmente tenía dos partes contratantes, la del club estaba instrumentalizada y como tal supeditada a los fines del otro contratante con lo que (...) al no existir contraprestación, se trató de una simple y pura condonación de una deuda, en perjuicio del acreedor, que es el club", concluye el Supremo.
Por ello el TS mantiene la responsabilidad civil derivada de este delito y la necesidad de reponer la situación contable al estado anterior de la ficción cuando reflejaba una deuda de Jesús Gil con el club de 2.700 millones de pesetas condenando a Miguel Ángel Gil y al resto de herederos de Gil a reponerla.



¿S I E M P R E E S T A F A D O S?

domingo, 22 de febrero de 2009

Nadie en el TERCIO sabía...

… Como coño comerse esto. Si con la cuchara de la animación, el tenedor de la paciencia o el cuchillo de la protesta. El silogismo de “hay que animar”, lleva camino de trece años sin encontrar su Eldorado. Es más, a alguno se le queda la impresión de que se está dejando los pulmones y las cuerdas vocales con un leopardo transmutao en caracol, al que ya le puedes animar hasta reventar que se va a llevar entre clarita e imposible. Por algunos sitios, luce manchas; en ocasiones se le vislumbran fugazmente los colmillos, aunque la garra se la haya dejao en tiempos pasados. Y, sobre todo, se le ve mucho caparazón, pocas patas y mogollón de baba. De la mala. Así, puede llegar a ser habitual que los poquitos aficionaos que corren con un felino, puedan pasarse por la piedra, allá en la pradera, a los muchos hinchas que van en molusco. Una vez, pase. Dos, mosquea. Tres, mecagoenlaputa. Once… Casi que es pa invidentes.

La paciencia, es arma de doble filo. Y caducidá relativa. Los hay que no tienen paciencia en un tiempo del partido. Los que la pierden al final del mismo. Los que esperan un par de semanitas. Otros, un dúo de meses. También existen que se aferran a ella pa una temporada entera. Incluso a dos, si el entrenador es nuevo y tal. Y luego, vienen los del Atleti. A cuyo lao el santo Job era un histérico de agárrate y no te menees. Somos los hiper-pacientes. Tan pacientes, que no nos damos cuenta de que el entubao que apenas respira, vaciaos los bolsillos sobre la camilla, no es nadie que no conozcamos. Que nos llevaremos las manos a la cabeza en los pocos estertores que nos queden, cuando venga la enfermera con un espejo. Y nos reflejemos ahí. Entonces, comprobaremos que cambiamos la paciencia por el cretinismo. Ya no se podrá coger un vuelo por atlético pa llegarse a las Caimán con las pinturas de “venganza” sobre el jerón. Nos contentaremos quizás con arrojar a sobaquillo los prismáticos vendidos en el kid de la peineta. Por si damos a dos. Que siempre es más probable que dar a uno.

La protesta, es algo eventual. Como las quinielas. Puede tocarte un domingo, y no volver a verlas el pelo hasta dios sabe cuándo. Es una cosa jodía. Contra el palco, digo. Como primera providencia, la protesta es coto privao de caza de jugadores adversarios y árbitros. Principalmente. Bajo esos parámetros, al protestante se le sonríe, se le hace un gesto de complicidá, o se le suma uno o millares en la reivindicación. De vomitorio a vomitorio y tiro porque el daño es notorio. Si uno se levanta, y mete cuatro berridos en medio de los prolongaos silencios que anidan en la Grada de la “mejor afición del mundo”, lo tiene que hacer pa que le sigan. O al menos, no le miren cual bicho raro. Árbitro y jugadores rivales, arriba del ránkin. Y luego entrenadores y mercenarios propios, si el asunto canta por soleás. Los que están ahí, vamos, cerquita del verdín. Que los directivos, “solo” son presidentes, y ni juegan, ni les da tiempo a meter los goles y poner el dinero a la vez. O no se van a ir. O es una gilipoyez gastar pico y pala ahí. O pon tú la leña.

Me declaro protestante. Sin saber mucho de la vida de Lutero, lo soy. Y la fuerza sin desfallecimiento que todos los protestantes ofrezcamos mediante actos, dentro y fuera del Estadio que se quieren pasar por la piedra, serán vitales pa sostener la llama hasta final de temporada. Donde la experiencia (triste) nos dicta que se sucederá la maldición del gilifato: “otro año, otro timo”. Los habrán que esperen al decimocuarto proyecto sin rascar metal. La paciencia es un límite muy personal. Solo confío en que la lucha de los que no tragan ya con las boñigas envueltas en perfumenes de futuros que no llegan nunca, se haga tenaz y salvaje hasta esas fechas. Pa que muchos otros indecisos, tímidos, aletargados, vean al menos que hay una camada de cojones y ovarios que han estao señalando día sí y noche también hacia el que hace posible la humillación o la gloria de toda institución: sus dirigentes.

S I E M P R E A T L E T I.-


lunes, 16 de febrero de 2009

"Los dueños"

De un tiempo a esta parte, es la palabra de moda pa definir a los presidentes o consejeros delegaos de los clubes. Veamos como lo trata la RAE, clarividente en estos temas: “dueño” (del latín dominus) 1. Hombre que tiene dominio o señorío sobre alguien o algo. Quiere decir, que aquellos que pronuncian este término, dan por sentao que el presi es el señor feudal del cortijo. Y de los cortesanos. En la acepción segunda, nos encontramos: “amo de la casa, respecto de sus criados”. ¡Ahívalavirgen!. El hincha viene a ser un fermín cruzao con bautista. Un esclavo, producto de aquellas lejanas guerras Púnicas del 92. Donde se hicieron prisioneros a los soldados, porque los generales elegidos a mano alzada, despilfarraban las soldadas. Cerca de 435.563.783,pi de sextercios. 35.000 millones de pesetas. Casi 211 millones de euros, esparramaos hasta esa del 92. Asín que, se quitan (pa casi todos) los generales por urna; y colocamos los caudillos-dinero_por_castigo. ¿Verdá jesús?. ¿Verdá garcía?. ¿Verdá, políticos ambos de compuestos nombres?. Y a flipar. Por los cojoncillos. Ya en el 2004, en tiempos de “conflictos bélicos”, con estos generales-caciques al frente de las arcas y arcones, cepillaos los soldados de los órganos de gestión, y convertidos en subyugados del ver, oir y callar; se asoman las cuentas de los escribanos: unos no caben ceros de sextercios. Alrededor de 350.000 millones de calillas. Más de 2.100 millones de euros. ¡Coño, con los que ponen el dinero...!

¿Cómo puede sostener usted, especie de Espartaco, que solo es un aficionao?. Indemostrable. Arcaico. Nostálgico. Las hinchadas se han transformao en legiones de esclavos, clientes del producto, que esperan con fruición y resignación los latigazos del amo. O las migajas de su mantel. Tiene su aquél. Media vida peleando por la liberté de Kunta Kinte, y ahora el que se creía abogao, no es más que un algodonero más. Con amo y señor. Lahostia. En esto del deporte y sus leyes, casi estábamos mejor en tiempos del régimen. Podíamos votar a un tipo al que nunca le llamaban, ni se auto-denominaba, “dueño”. Sí, vamos progresando. No se sabe muy bien en qué, pero hay que decirlo. El progreso, como terminología, queda tan molón...

Así es que, como se le infiere el calificativo de “dueños”, todo está legitimao. Pueden fundirse la colección de trofeos, pa hacerse una carroza chapá en plata. Son capaces de cambiar las históricas tierras del “cortijo”, inmueble incluido, con muy poquitas críticas, y una jauría de palmas. Puede pasarse la plantilla entera a nombre de sus otros cortijos, que pa eso es suya. Y por su puesto, es capaz de meterte más de cuatrocientos melones en la saca de los números rojos, mientras se naja ofendido y deja con la tostá a los “esclavos”. Se pira a las Caimán, claro, como buen señor-dueño; sacudiéndose las palmas tras el desfalco. Mientras otros esclavos tienen paralelas de Hacienda, y alguna de barrotes, por escaquear un manojillo de euros... A los “dueños”, no se les investiga, prenda. Se les obedece. Dan igual los antecedentes. La ley les permite, incluso, agarrarse al globalismo chachi con una mano y la alianza de civilizaciones con otra, a través de algún artículo añadido en la ely del deporte que legitima ser el Atleti de Dubai. O el cluz de la Castellana Bis. La ley sobre dueños se lo permite. Como “dueño” modelo, no se le rechista. Y tiene bula pa llamar hijoputa a cualquier “cliente” que se le arrime a cantarles las cuarenta. Derechos, todos; deberes... Los que hagan sus dulces hijitos por las noches. Un “dueño”, un “señor feudal”, como primera providencia, hace lo que le sale los huevos con “su” patrimonio. Se suele servir de avales de otro rancho que nunca se ejecutan, pa entrar en nuevas propiedades. A yelmo y espada, cual Pizarro, coloniza “empresas” que dan pérdidas. Nos los ha mandao el Señor, vestiditos de arcángeles, pa que nos pongan el dinero. Sí, esa ancestral costumbre entre empresarios y ricachones. El que deja de pagar a sus mesnadas, acogido en su seno por la virgencita de las Quiebras Concursales. Pobrecillo, parece decir, en tanto los soldaos se mueren de hambre o cobran pa comer en coches invendibles. Mientras clavan sus rodillas frente a los palcos, implorando el pan y la sal. Es todo un depredador. Conquistando, heredando o birlando, da igual. Los aficionaos, que no ponen la pasta y se cuelan por miles y miles en los estadios, mientras choran las camisetas estallando los escaparates de las tiendas; compinchaos con otros que piratean las señales de la tele, a pachas con aquellos que se niegan a consumir a los “partners” de “lamarca”; son los culpables históricos de este choteo monetario. Los que han hecho que el Fútbol sea deficitario. Cabronazos. Putas y yonquis. Bastante poco castigo tienen. Necesitan mano dura. Pastores entre los borreguitos. Unos “dueños”. El pendón de la SAD. Los señores feudales. Supongo, que pa ejercer el derecho de pernada, tengan más problemillas. Aunque si se está dispuesto a poner el culo propio, existen serias dudas si se sería capaz de proteger el ajeno...

A falta de algún jurista que ponga los puntos sobre las íes, los “dueños” nos dominan en plena “democracia”. Es una nomenclatura común al uso, no solo entre los interesaos en autodenominarse “dueños”, o los palmeros de los escribas que no sé que intereses tendrán, pero les hacen la ola en la definición; también se dá de largo entre los propios enculaos. Perdón, esclavos. Digo, sirvientes. Joder, quería decir “clientes”... O aficionaos, que no me salía la palabreja... Una suposición, es que en estas épocas de descomposición de la EGB, la Historia como que es algo subjetivo, prostituido y arcaico. Y de ahí que quizás haya prendío entre las masas el pensamiento de que ocho o nueve décadas de así, no se pueden poner encima de la “progresista” poco más de una década asá. Lo que ha tocao vivir a muchos. La parte por el todo. El Alieti por el Atleti. Y rezar pa que los “dueños”, desde su omnipotente condición, no ordenen a los “sirvientes” que limpien la hacienda. Antes de que Hacienda nos limpie. Que se forme un harén con las hembras-siervo. Se pongan unas carguitas de trilita bajo los cimientos de la Mansión. Azoten nuestras pecadoras y frágiles carnes, mediante latigazo a lo Indiana, o ramazo a lo marca “rusmor”, si pretendemos huir de la plantación. Nos pongan a recoger algodón pa saldar la deuda que nosotros, los “clientes”, generamos. Por no poner el dinero.

Bueno, ya saben. Nos lo dicen los gurús de la información, en coalición con la RAE: somos “sirvientes”. Quizás esclavos. Pues no hay “dueño” que se precie, que no los lleve en sus alforjas. Desde Julio César a mario conde. Grandes “dueños”.

“MAGIL, ENCULATIS TE SALVTAM”

Un peineta pa’l personal palmero. Dueño, tendrá la peluqueria de la esquina pero, ¿un Club centenario, apoyado por cientos de miles de seguidores?. ¡Anda ya!. Que se compren un perro, si quieren ser dueños de alguien. Y les deja.

S I E M P R E H I N C H A S.

viernes, 13 de febrero de 2009

Matrix

Morfeo de Pelotas, ha dao con él. Vive en una casa con tejado, rodeado de periódicos y líneas editorales. De transistores y parabólicas. Con sus dos orejas, y su rabo. Y una puñalá trapera abierta sobre la nuca. Nunca digas nuca, jamás. Por su boquete, se cuela la información del siglo XXI, como los aficionaos a los estadios. Sin pagar. Sin poner el dinero. Por tó el morro. Y de sus vértebras superiores, el conocimiento supremo se bifurca hacia el cerebro y su alma. Todo está perfecto. Bajo control. Alicia hará la colada mañana en su país de maravillas, mientras Aldous Huxley sigue escribiendo en renglones derechos la Historia del Clan del 1903. El sitio donde vive Neo Fito, es muy tranquilo. Allí, Sid Vicious, no se comería nada.

Hasta aquella mañana en que Trini, la Despeiná, entra a saco escaleras arriba. Lupas calás. Armada de un 12 sentencias para-ellus. Marca TS. Arremangá hasta el sudor de los sobacos. Despeinaos, también. Patá a la puerta, a lo corcuera, y a trincar al prenda por los bíceps subdesarrollaos de tanto aporrear teclados. Hay que sacarlo. Sin más gaitas. Ya están aquí. Vienen del mismo modo enlupaos. Vestidos de negro prescripción. Clap-clap-clap... Sus pasos retumban sobre el hueco de la escalera. De color. Son los que llevan ganando al póker desde esos lejanos ’87. Los de las cartas marcadas. La guardia de corps de los del dinero. Los que no parieron hijas de las esquinas, ni hijos de limón y cuchara. ¡Ya están aquí, joder!

Neo Fito, lo flipa. Jalando a toda leche de peldaño en peldaño. Escoltao por una desgreñá, que jamás llegará a Blancanieves. Ni por pedrea. ¡Bang, bang!. Las balas silban a través de los auriculares, donde el Tío del Acordeón anuncia el penúltimo fichaje mega estelar. Los de negro, tiran a dar. Cabronazos. Y la Trini, tiene que ocuparse con carácter de urgencia de uno de ellos. Le ha metido una bala del calibre 12 años sin títulos entre ceja y ceja. Ese, no se levantará más... Al segundo, le ha bastao con dejarle una mina explosiva con 450 kilos de deuda, adosada a un chalé adosao.“¿¡Por qué van de negro!?”, grita el tipo, mientras se najabela de la movida. “Son pretorianos. Gente que ha mamao Matrix, desde las primeras lentejas”, contesta la chica en tanto doblan el Paseo donde se esparraman muchos individuos sumidos en la Melancolía.

El tipo al que le ha conducido, es feo de pelotas. Alopécico perdío. Aunque podría haber sido un patilludo, y a Neo Fito le hubiera causao la misma impresión. De serenidá. De haberse curtido tras su camiseta del año de la tana, veteada en Rayas. Sus tirantes de la guerra. Y su tres cuartos recortao en piel, que le gana casi los tobillos. También es negro el gabán. No fuma. Pero quizás si vaya con mujeres...

- Así que tú eres Neo Fito- exclama, en tanto deja caer su mirada presa de unas bipolares a lo Lennon, a través de una ventana.

- Sí... ¿cómo sabeis mi nombre?

El tipo de la chupa larga, está mirando tras los cristales. Parece distraído en las máquinas que percuten contra un Coliseo fabricado en sentimiento y acero. Las antiparras, esconden la humedad de sus ojos. El silencio, invade aquél cubículo de proscritos. Ha caído uno de los Fondos. La cortina de humo y polvo que se eleva, en forma de brazo alzado buscando la justicia del cielo, lo delata. Y el olor a bufanda. El intenso olor a bufanda de ganchillo requemá.

- Solo podemos acceder a muy pocos- contesta por fin- Tú eres uno de ellos.

- ¿Yo?

- Díselo, Morfeo- espeta la voz de la Trini, desde el fondo de la sala.

El tipo al que llaman Morfeo, se coge el mentón. Abrazado a su índice, sobresale un anillo descomunal, tallado sobre colorao, que moldea un Escudo escotao jalonado de barras. A Neo Fito, le recuerda vagamente a alguien. O a algo... Una pantalla de TSJ, se ha encendido en la vertical de la pared. A través de su iridiscencia, caen una catarata de caracteres móviles en verde chillón. Neo Fito, ha cazao alguno al vuelo. Palabras solas o engarzadas, sin ningún sentido, del tipo “Intercontinental”, “orgullo”, “Metropolitano”, “cantera”, “Villa de Madrid”, “Balonmano”, “¡aupa Atleti!”, “Calderón”, “socios”... “por un Atleti digno”... No le dicen demasiao, pero percuten con insistencia sobre su cerebro. A tanto, que comienza a levantársele un dolor bestial de nuca. Allá, donde vive la puñalá. Donde tiene conexión vía Intranet con Matrix. O el alieti, como le llaman algunos coloquialmente.

Chu bi continuez.

Creo.

lunes, 9 de febrero de 2009

Yo quiero uno esos punto con

Que su principal preocupación “empresarial” sea el Atleti. Un tío de Club, codeao con la afición, que sea capaz de entenderla. Un menda que ni se le pase por la cabeza insultar al hincha, desde el palco o desde la luna. Un chorbo que venga a servir, no a servirse. Un prenda que haga poner la foto de Luis, vestido del Atleti en la wikipedia. Que no consienta a FIFA que le pongan “the looser” como mote al Atleti. Un gachó que nos reuna pa votar. Un tipo que vea el encuentro de máxima rivalidá en el palco, comiéndose las uñas. Un salao que no tenga que “poner” ni un pavo, sino gestionar bien lo mucho que se le entrega una afición de podio. Un cabroncete que se levante de la silla y se pire (tras hacer amago de ir a por él) cuando a otro presidente se le ocurra decir delante de él “el Atleti, ese Equipo al que ganamos casi siempre...”. Un chavea que meta los 100 abonos de más antiguedá en un partido a puerta cerrada. Un tronco que no quiera hacer negocios ni chanchulletes personales con un suelo y un Campo histórico. Un pibe que no ponga por encima el olimpismo al Fútbol. Un varón que sienta como suyo mi dolor y el de mis compañeros de Grada. Un general con el que se pueda cerrar los ojos, y echar los pies tras los suyos. Un colega que sepa las ligas que tenemos, y la alineación del Doblete, y quien jugaba por la izquierda, y Ben Barek, y Aparicio, y Carlson... Un camarada que no me diga un día que somos un Club comprador, y al otro que tenemos que estar orgullosos de vender nuestra estrella a un gran club. Un compañero que se levante un millón de euros si nos pone en el paso histórico que merece este Club. Un amiguete que no nos meta en un pufo de más de 400 kilos de deuda en 16 años. Un pavo que se sienta e identifique como gestor, no como “dueño”. Un baranda que no haya sido declarao culpable de quedarse la “empresa” sin poner u chavo, ni tampoco un cooperador que le ayude con la estafa.Un pipiolo que nunca quiera aislar el sentimiento pa buscar rigor, personalidá y resultados que nunca aparecen, trayendo a directores deportivos, de Fútbol base y entrenadores que no saben ni quieren aprender qué es y qué significa este Club. Un payo que haga un monumento al hincha, una estación de metro llamada Vicente Calderón, o consulte a la masa social sobre traslados, cumpliendo la palabra dada.Un chato que no tenga la poca vergüenza de meter mano en la caja pa reformarse sus chalés. Un compadre que no dé la capitanía al primero que pase o le caiga simpático. Un paisano que no se meta en la buchaca el parné aportao por los pequeños accionistas. Un cheli que nos tenga al menos un madrileño en el primer Equipo, acompañao de una buena base de canteranos. Un titi por el que no pase vergüenza ajena cada vez que abre el boquío. Un colegui que vuelva a hacernos vibrar con el Balonmano. Con el Rugby. Con el Voleibol. Con el Villa de Madrí. Con el Madrileño... Un lanzao para el que el cuarto puesto, sea un fracaso; un mal menor. Un cualquiera capaz de volver a aglutinar a todas esas generaciones de exiliados que abandonaron la práctica de la religión del Atleti. Un mesías que no tenga tanto dinero como ganas de juntar a todos los buenos profesionales atléticos que se ganan las habichuelas por otros derroteros. Un tron que despida “Eau de Atleti” a diez metros de él. Un arraigao que monte la mundial con los anuncitos del metro. Un tipejo que no nos monte una división inmobiliaria en medio de lo que SOLO es un Club deportivo. Un señor que ponga el grito en el cielo si se quiere hacer un reportaje promocional del Madrid olímpico, sin que figure una sola mención al Atleti. Un pibito con el que pueda saltar un gol sin rabillos de ojos. Un compañero de viaje. Que se sepa que va en el mismo vagón. Un señor, al que se le pudieran sumar cientos de miles de buenos vasallos.

O “una”, señora ministra, que no voy a llenar esto de barras ni arrobas.

Yo-quiero-uno-de-esos. Punto y con. Sentimiento. Que es un patrimonio que el Atleti, históricamente, ha manejao por encima del parné. Y no nos ha ido tan mal.

S I E M P R E C L U B.

viernes, 6 de febrero de 2009

¡Al rico dictador!

Vicente, al que aún no ha cogío por el cuello esa bastarda enfermedá que es capaz de borrarte hasta lo último que queda a un humano: sus recuerdos, cuenta que hace ya camino de 17 añitos que el Fútbol patrio decidió (boquete a la Hacienda pública de por medio), subastar unos dictadorcillos y dictadorcillas. Entre las ruandas (reverencia) de turno que pululaban entre balones, que eran las que quedaban fuera de juego en estos negocietes bipolares de las guerras frías. O guerros fríos. Y a la “OTAN” y el “pacto de Varsovia” de turno, se le sumaron un par de entidades más, pa que la política no se quedara coja en aquellas configuraciones de principios de los ’90. Llamemoslas, “X”. Pues de otra forma, y ante la multiplicidá de sus nombres, se corre el riesgo de herir a unos usando la nomenclatura que otros paisanos/paisanas aborrecen.

El caso práctico es que 36 ejércitos de hinchas e hinchos fueron colocaos en fila india tras las transparencias del cristal con que se mira. Una rueda de reconocimiento en toda regla. Y, al otro lao de los espejos, una jartá de tipos sin tipas, echando humo del habano y billes de los bolsis, pa elegir su “hombre de Chueca”. O “mujer de Plan”. O cómo trazar un plan pa someter a la mujer... ¡Qué nervios!, se voceaba desde las ondas... ¿A quién me tocará?, gritaban los hinchos enrulaos, tras las cristaleras, mientras les tomaban la foto de frente y perfil, con las medidas del pelo. ¿Será San Ignacio?. ¿San Javier?. ¿San Jesús?... ¿Voy bien vestío pa la ocasión?... ¿Y si me hubiera puesto la corbata esa de la última boda...?. Ay, Virgencita del Córner, ¡qué sin vivir...!
Se decían algunos. Que no eran Vicente. Pues su Club, ya venía en aquellas fechas con pan bajo el brazo. ¡Me ha tocao el gordo!, pensaron por entonces Vicente y donde va la gente. El Manzanares, acabará desembocando en el Atlántico. O la Atlántica. ¿O quiso decir Atlántida...?. ¡Qué más dá, si irá con delta y tó en el pack, paisano. Te cagas... Ale, ale, se queden comiendo pijotas los compis de la rueda de reconocimiento, que el chorbo se pira con el tío gilito. Que es ser supra-humano. ¿Qué no?. Mírense los profanos los cómics del pato Donal, por si quedaran dudas... Bañao en parné. Y así, Vicente y sus coetáneos, se dieron el dos de la sala con un pecho que les tapaba la barbilla. ¡Ya tenían padres de acogida!. Y, ¡qué padres!... Nadie en el antro reparó en aquellas esposas, que no esposos, chapás en rosas y vino, con las que el Club pret-a-porter se piraba de la subasta. Unidas a las muñecas. O muñecos. Pim-pam-pum.

Vicente y sus colegas, creían que habían escogío a su padrino. Que es refrán popular que, sin padrino, no hay bautizo. Un padrino de la estepa de Soria, al que parecía hasta pegarle la cancioncilla de los Gabinete. “Allí me encuentro en la gloria, que no sentí jamás...”. El dinero por castigo. ¿Qué lloran esas plañideras leoninas, al otro lao de las urnas...?. ¿Esos nostálgicos de no-se-sabe-qué?. Os jodeis. Chincha-rabiña. O rabiño, si es un masculino al que se pretende chinchar. Dios existe, y nos ha enviao al rey Midas. Mi das tu alma, y te prometo la vida eterna. A cuerpo de rey.
Hasta que al padrino bautizante de la Castilla del Moncayo, le sobrevino el Pentecostés. Y se puso a parlare en siciliano. Ángelamaría. ¡Qué don de gentes tié el gachó!. ¡Y como se reboza en el yacusi con las mama-chicho, las mamo-chichas y las mama-chocho...!. ¿Has visto la hostia que le ha arreao al lacayo del Caneda ese?. Y al trucha del Votró, que le ha cantao las cuarenta en bastos. O en bastas. Y has visto. Y has visto, bis. Y has visto, tris. Y has visto, tras... Joder, Vicente, ganar ganareis lo justo pero, ¡como los de Espartero!. O Espartera, siempre con la venia del gremio... ¿Ya no aparcas en el escampao donde se colocaba el circo...?. ¡Quiá, no lo necesitamos!. Nos van a hacer pisos pa traer a uno parecio a Leivinha, que el Atleti no puede pagarlo si no... Muchos, es que han desertao. No deben de ser del Atleti... ¡El que quiera Fútbol, que lo pague!. Y a protestar a Castellana. O Castellano, si encontrais la puta calle.
Vicente, que descendeis... Estos cabrones de políticos. Compinchaos con los fiscales, con los jueces y el sursum corda... Nos bajan. No nos pueden ni ver. No le dejan que salve a España, después de salvar al Atleti... ¡Desgraciaos!. Un hatajo de ciervos... Ná. No hay cuidao. Que nos hemos sacao un seguro de esos que te empapelan en duros si al final bajamos... Zas. Clonc. Catapum. ¡Ay mío!.

Un añito. Como la mili. ¿Qué es una mili pa el que no la está pasando?... Uy, que remontamos. ¡Y lo bien que se está haciendo de yanqui en bienvenido Mr. Marshall!... A lo maleta de la Piquer, en versión modestia. Aparte... ¡¡Joder con el Lega...!!
Dos añitos. Que ha venío el Capitán Zapatones pa darnos el arreón...¿Lo ves?. Agonías. Y ahora, patadón a la alcantarilla de Gran Vía, y un día de viña y otro de rosal... ¡Hostia!, ¿otro juicio?. ¿Y qué tié el tipo este ahora con las togas?. Voy a ver que dice la ser. O la COPE... ¡¡Inocente!!. Cagüentoasusmuelas. Y, ¿a quién reclamamos ahora lo del descenso?. ¿Y lo de la descensa?. Que mala hostia me pone. Venga, de tripas corazón, y vamos a por la estabilidá esa que dicen...
Coño, que las ha diñao. Descanse en paz. ¿Has visto la de peña que había en el entierro...?. Y el tío, tapao con la Bandera. Con dos cojones... Bueno, cosas de la vida. Igual ahora, su hijo lo hace hasta mejor. Es menos bocas. Y el otro, el que parece un peluquero de los ’60, dicen que tié también la leña por castigo... Esto, es como la Segura. Se muere el dueño, y quedan las viudas. Menos mal, que siempre están ahí. Poniendo dinero. De no ser por estos, hubieramos desaparecido. Como Cuba sin Fidel. O Chile sin Pinochet...

¡Al rico dictador...!. ¡Llevo dictador del Duero... del Guadalquivir... Dictador de las Rías!. Y de los ríos. Hasta partirme el miembro. O la miembra.

Angelicos.


Señores políticos de estamos-en-ello, ¿queda mucho castigo pa los ciudadanos futboleros de clase B?. ¿No existe su cacareá democracia más allá del pacto de Varsovia o la OTAN?. Se lo digo porque Vicente, se está poniendo entre nervioso y violento. Después de comprobar que Cenicienta era en relidá un sapo. Con huevos puestos y tó. Y que por mucho que el menda la morrea, no sale princesa ni princesita

ESTOY HASTA LOS HUEVOS DE LA FAMILIA GIL

lunes, 2 de febrero de 2009

Anoche

A Vicente, le dió la sensación de haberse metido en un garito de salsa, pa acabar bailando jevi metal. Moviendo el cuello a lo Coverdale, en tanto trasteaba a ritmo “malmsteen” sobre el mástil imaginario de una stratocaster. Las greñas, también pertenecían al imaginario, pues la alopecia es como los dirigentes del Atleti: dejan el cartón como pa sembrar algo. Y que brote. Lo más cojonudo, es que en ese numerito, que se había marcao como solista en alguna que otra ocasión, se le empezó a acoplar peña. O él se sumó a otros jevis que no sabían que lo eran, pues la salsa había tomao sus cerebelos como OT tomó el palacio de la música. Lo del huevo y la gallina, era lo de menos en aquél baile que el público del Calderón, sentenciao por una sentencia donde salen indebidos y prescritos, se estaba marcando a pleno foco. A pleno pulmón. Tan jevi era el concierto, que la peña, de peñas o no, sacaba los cuernos a meñique y anular. Y hasta decía tacos. Encolerizaos los caretos. Con muelles en los sobacos. Mu jevi.

El caso, es que el Pabellón no presentaba lleno. Ni mucho menos. La banda tendía a acoplarse en los tejadillos que los anfiteatros iban dejando en su recorrido. O en el volao de Tribuna. Los había más jevis que el viento. Mendas que, tras meterse una de escaqueo entre nieves y carreteras, se habían quedao a la puta intemperie-perie. Plantao el bulla en mitá del calabobos, forrao cual morcilla de Villarcayo, dispuesto a tragarse el concierto de su único grupo favorito. Por mucho que hubiera cambiao a aquél mítico vocalista, Club, por este tal Lamarca. Que no veas lo mal que canta. Le canta hasa el pozo. Por más que le dijeran desde el super-pop que ya no eran seguidores, sino clientes. ¡Cómo si pudieran escoger hacerse tecno o folclórico a estas alturas...!.

Vicente, acabó por echar el tercio a espadas. Y se unió, fuera de sí, a su tema favorito: “diles que se vayan”. Versión, de una puta vez. Coreao por todo el Coliseo. Por la caterva de fieles que se habían arrejuntao al amor del Atleti. Como aquella mítica canción de los Leño, que hacía la tana que no se tocaba en directo. “Es una mierda, este (Atleti de ) Madrí”. Coño, la de jevis que había allí disfrazaos de niños pera. La mala hostia que exhibían, tras sus nikis de cocodrilo fransuá. La caña que le echaban pa entonarse un tema metalero. Mu jevi.

Y, como sucede en los conciertos de ley, la marcha siguió. Se marcaron un bis. Abajo, a pie de palco. Donde había un tipo haciendo el cristo, en Plant Robert, plantao en mitá del cristo que le estaban montando. Allí, y a la salida. “¡Otra, otra, otra...!” Y los enfervorizaos seguidores de un concierto digno, cercaron la puerta de escapá. Donde los de azul, que antaño fueron de un equipo de marrón, y hasta de gris, tomaban posiciones. Sin conocer que rodeaban a los honraos, y protegían a los proscritos. O prescritos, que queda más dabuten. Sí, allí, continuó el concierto. En gil mayor.

Vicente, salió por patas de una puerta con número que no altera el producto. Pero igual sí altera la historia. La parte más negra de ella. En tanto tareareaba un viejo tema de Radio Futura. Futura. “Han caído los dos”.

Qué, ¿qué no?.

S I E M P R E A T L E T I.-

domingo, 1 de febrero de 2009

Roorall Football Club

La costanilla, muere aún en un delta de piedras. Baja trastabillá desde la plaza, donde se sorteaban los equipos a monta y cabe. Hasta convertirse en casi vertical pása la solana del tío Casimiro, y acabar por desparramarse definitivamente en lo que los mayores se empeñaban en llamar “falda del monte”. No te jiba.¡Cómo si a los montes se les pudiera ver las braguillas...!. Fuera sisa o dobladillo, aquella ladera servía igual de puerta 0 que de grada. Hasta la imaginaria línea del indefinido saque de banda, allá en lo más alto de la arista N-NE, donde era menester calzar crampón y cordada pa aguantar el balón cual saltamonte entre los pinreles, se levantaba un cispotero de agárrate y no te menees. Una barranquera horadá en su vientre por cierta cueva a medio sepultar, de boca estrecha, y otra más tocha, de menos inviernos. En esta última, hasta hace relativamente poco, se podía giñar con cierta dignidad. En aquellos tiempos de fiebre en las gradas, siempre y cuando te deslizaras por la sordi, en el afán de no ser apedreao en fetal postura. Indefenso y más quieto que un huso. Con unos gayumbos de algodón “1903 lavaos” por grilletes. Como pa salir de najas...
Esa, era la parte agreste del campo. Muere la barranquera que hacía de platea lateral de preferencia, ocupada las más de las veces por nenas platónicas, en una era de buen ver y mejor jugar. Lisita cual parqué. Sembrá de un verdín y malas yerbas que hacía para los jugones, de tépex y, pa las madres, de disgusto. Junto con algún cantillo, ayudaba a mantener el stock de mircromina de la farmacia de la Elo. Aquella menuda mujer que igual te colocaba una caja de aspirinas, que te ponía en conferencia con la capital, mercé a un aricular a manivela. Como mandan los Bells.
Las porterías, de cantos. Dos buenas mojoneras que se miraban de costao, separás por medio de los preceptivos siete pasos tamaño chaval. Levantándose dos o tres palmos de adulto sobre el suelo, pa hacer más fiel la vertical del poste que se diluía entre el aire. Y más jodías las ganas de ir con todo al portero en un balón ajustao. Por supuesto, la escuadra quedaba a criterio público. Los orígenes de la democracia criolla. De crío. Pequeños congresos de los diputaos, donde en cierto modo debió de echar germen el bipartidismo. Entre el partido de los del “HSG” (Ha Sío Gol), y los del “YUH” (Y Un Huevo). Todo esto, en mitá de otro partido. No es de extrañar entonces que ya de juveniles se siguiera así de partidos, haciendo “cantera” con pancartas sobre el partido en ciertos sectores de la Grada donde intentaba verse el partido... ¡Socorro, señor Groucho...!

Por aquél entonces, por aquellos pagos, el fondo donde nos cambiábamos no era tan numeroso como los de la tele a blanco y negro. Quince o veinte fieles de media, arremolinaos alrededor de un rulo de piedra, que hacía las ocasiones de vestuario. En su horario de asueto, cuando no le trincaba el dueño pa engancharlo a la mula y darle un lavao de firme a la era. En esos tiempos, ni el tato tenía prismáticos, y a las chiquillas instalás en la lateral preferente les venía la imagen de los adonis muy lejana, con píxeles como melones. Tó calculao. Aún así, los había que preferían menearse hasta unos zarzales próximos, que a nadie se nos ocurrió bautizar como “los biombos”. Todos, nos vestiamos de corto, pretendiendo emular a nuestros respectivos ídolos de cromo. O casi todos. Juanfran, muy suyo él, pensaba que nanai. Que esas bielas blancas navidá no se las veía más que su señora madre. Sólo el paso del tiempo, a través de aquella estrofa que venía a narrar a un menda “con un pantalón de pana con este solano”, me hacía evocar la memoria de tan singular amiguete. De pana, y negros. En pleno agosto. Con dos cojones.
El balón, clavao en el centro de la era. Con alguna costura abierta. Despellejao en las pieles. Sin más betadine a mano que el sebo que se nos ocurría darle de uvas a peras. Maquillao con el verdín que se le agarraba de caricia en punterón. De empeine a efecto. Toda un arma de destrucción masiva pa unos pepinos y otros tomates. Jamás serían ensalá. Aguardaban cuales reos en sus uniformes verdes, el pelotón de cercenamiento prendidos sobre sus tallos en el peazo contiguo. Justo enfrente al de la grada de público. Donde un terraplén de medio salto marcaba mediante una cal en tono hostiazo, que allí moría la banda. Y empezaba, a sus pies, el huerto. Un lugar ajeno que convenía profanar al trote, sin atender demasiao a los vanos de los surcos, pa sacar deprisa otra vez. No, no estabamos por entonces en la posguerra. Ni entendiamos mu bien aquellas soflamas de los parientes y conocidos que la vivieron. Los que comieron cáscaras de naranja como maná. Allá por finales de los 70, las hortalizas se pisaban.

Y los pueblos pequeños, llenaban sus colegios de crios. Hasta la llegada de los yon-di con cabina y las cosechadoras, más o menos. Y la arribada en rebaño de todos aquellos chavalejos de ciudá, que fardabamos de los parabienes de las urbes de un sobrao que lo flipas. En su propio campo. Levantándoles a “sus” propias nenas. Esos foráneos tan listos pa unas cosas, y tan tontos pa otras... ¿Qué pensarían todos aquellos rurales nativos de los desertores de madre o padre, o ambos, que nos acercábamos por allá en findes y veranitos...?. ¿Alguna vez entendieron que los chalés y las urbanizaciones de nuevo cuño, les darían más de lo que les quitaban?. ¿Qué su “cantera” tuvo que emigrar porque el mercantilismo se estaba comiendo a bocaos a la esencia?. Mejor o peor, pero esencia al fin y al cabo.
Por aquellos tiempos, ya peloteabamos revueltos. Como primer indicativo de la globalización, que bastante más tarde reflejarían las estadísticas de bolsa, mercado y talante. Los de la ciudá, se mezclaban en el mismo equipo que los del pueblo. Tan real como el bocata de nocilla de las seis de la tarde. Pero allá, en ese pueblecito de la baja Alcarria, en las soleás tardes de huertos y partido, sólo se veía un uniforme. Entre tantos, uno. Servía de pellejo al cuerpo-morcón de aquél alevín tochete, que por entonces asistía a la escuela municipal, y echaba un cable a su viejo en las cosillas de la construcción. No, no las de despacho; las de pala y masa a azadón. Mi coleguita, era el único gachó que aparecía por esos eventos con la Camiseta del Atleti. Esa muy franjeá, sencilla, en algodón marca pro-sudoríparo, con su Escudo bordao a la altura del nacimiento de la aorta. Sus calzones azul ultramar. Y esas medias colorás con vuelta en nieve... Aquél, sería el primer Uniforme del Atleti que recuerdo. Lo llevaba calzao un chavalito de pueblo. Malo con los pies, más que el tabaco. Pero a ni dios se le ocurría llamarle “Rubio”. “Leal”. “Cabrera”. “Robi”. Ni siquiera “Rubén Cano”. Por aquellos tiempos, los jugadores más ramplones se camuflaban mu bien. Dentro de un Equipo digno. Y un Club grande.

¡Vivan los niños el Atleti, coño!. Ahora, más que nunca.

S I E M P R E V I V O S.