De atléticos a indios y colchoneros, pasando por atletistas

"Y usted, no pise ese Escudo..."
Luis, presidente de honor

martes, 29 de julio de 2008

Los extraños seres

Erase una única vez, fuera del tiempo vivido, una estirpe de seres fabulosos. Caminaban ayudandose de dos patas, a modo de piernas, y de sus troncos arrancaban sendos brazos, que iban a morir en un racimo de cinco dedos, que ellos mismos llamaban “manos”. Aquellas extremidades se ocupaban las más de las veces de convertir en práctica las ideas que sus cerebros, independientes y suyos, dibujaban primero con la teoría. Incluso, existía un dicho popular que venía a definir esa correlación: “manos a la obra”.

Con ellas, gustaban además de ondear al viento, arremolinados sobre el hormigón de los coliseos, extraños pendones labrados en miles de coloridos puntos de lana. Antes del advenimiento de lo sintético. Para después, enroscarlas cual serpientes de colas caídas alrededor de sus cuellos. Cuando el escurridizo trasgo de nombre “Celebración”, se escondía entre el tumulto de aquellos singulares seres. O el duende por excelencia, su excelencia el duende, al que todos por allí conocían por “Gol”, terminaba de dar la batida, asiento por asiento. Sí, a través de una pareja de espejos esféricos, conectados del tirón a las aurículas, se reflejaban las escenas que abajo, en la Pradera, se iban fraguando. Incluso, había las veces en que se humedecían en agüita de penas. O de alegrías. Por entonces, a esos artilugios los llamaban “ojos”. Y servían para ver. Y, veían.

Sucedió que, llegaron las edades de los ogros. Impuestos a real decreto en la práctica totalidad de los reinos. Aquellos fabulosos seres soberanos, con sus genealogías prendidas a través de generaciones, hubieron de padecer en sus propias carnes los desmanes y atropellos que con el desembarco de los sin-alma sobrevinieron. Bastó con no ser del Madrid-chachi. Del Barcelona más que un club. Del Bilbao-al lorito. De la Pamplona foral-foral... Y zas, colocao un mesías pret a porter. ¡Ay!, aquellos monstruos mitad vampiro, mitad anemia, que aparecieron retratados a micro nocturno y macro tirada matutina, como si de hijos de José y María que brotaban cuales setas se tratara. Con caritas de ángeles sin sanrafeles. A lo Machín... ¡Qué machines del expolio...!

Así, acabaron secando el alma misma de tan fabulosos seres. Los arrancaron de sus urnas de cristal. Se las escondieron cual santos griales. Fueron lobotomizadfos en serie. Se les hizo sentirse solos, disgregados. “Unión”, terminó por sonar a un par de piezas y pegamento. “Hacer piña”, a un trabajito con fruta tropical. “Juntos”, a parejita de hecho o de cohecho. “Revolución”, a una camada de chiquillos que acuden al salón de casa recién encerao... Fuisteis cazados uno a uno. Sin ni siquiera sentir el latigazo en vuestras costillas. La lanza resquebrajando el alma. Los ogros, desterraron de los diccionarios cancheros la palabra “manada”. Y, sobre su epitafio, en aquellas mismas escalinatas transmutadas de cemento a plástico, instauraron un nuevo reinado: el del “rebaño”. Y chitón. Que los ogros son los que ponen los cuartos. Enseñando al personal de alquiler sus floridas billeteras desde sus tronos de Juan Sin Tierra. Nadie en el tercio sabía, de dónde salían los billes...

La otrora orgullosa, pasional y legítima raza dueña y sierva del dios Balón, finalizó sus días cayendo en la más aberrante de las subyugaciones. Bajo un yugo sobre el que nunca sacudieron la cabeza para mandarlo donde el viento dá la vuelta. Abracadabra, manos macabras; y los labios se cosieron. Se fue arrancado el derecho a la elección. No importó vivir vilipendidado. Ninguneado. Afrentado. Con una hija puta o un vástago yonqui. Se perdió, en fin, el antiguo nombre de guerra...

Ahora, señores cómplices todos por omisión o actuación, es tiempo de ogros. Impuestos o impostores, ¡qué mas dá!. Edades de sufijos –ing y marcas. Tiempos de SADs y clinc-clinc-caja. Y aquellos extraños, resentidos, los quenoponíaneldinero y nostalgicosdenosesabequé personajes de fábula, que andaban a dos piernas y tenían manos, forman parte ya de la imaginería popular. Como el cíclope. El centauro. El fauno. Pulgarcito... En aquellos lejanos años en que se llamaron “Afición”.

El aficionado ha muerto. ¡Viva el cliente!.

Pueden continuar mirando a los supervivientes como extraños seres.

Siempre orgullosos.

S I E M P R E A T L E T I.-

11 comentarios:

Anónimo dijo...

tengo un moton de problemas para publicar comentarios cochise...no se que pasa

Anónimo dijo...

a ver si ahora hay suerte...

el aficionado no ha muerto,sigue vivo,en coma,enjaulado,mal humorado,casi muerto...pero vivo..el problema es que vive exiliado y no en cantidades pequeñas...en grandes manadas...en nuestros caso hablamos de unos 30000 aficionados de verdad que pasaron de zampar mas burguerkingkong....

es cierto que ya no es lo que era...pero yo a veces pienso una cosa...creo en la evolucion de la gente...como en su involucion...y quien nos dice que dentro de unos años todos esos codigos de barras que compran marca sea lo que sea...evolucionen a posiciones mas de aficionado...??

saludos camarada y aupa atleti...volveremos¡¡¡

cochise dijo...

Cuentame, a ver si te puedo echar un cable, socio.

Anónimo dijo...

basicamente que muchas veces el ANUNCIO DE PUBLICAR COMENTARIO NO SALE....
una vez rellenados los campos correspondientes correctamente...

abajao aparece un error en pagina...
no se tio...solo me ha pasado hoy ojo

espero que no sea caracruasan que te esta boicotenando...

cochise dijo...

Los "exiliados" son fundamentales en esta involución que comentas. Ahora, no se´si estarán por la labor de echar un cable a los que hicimos de bellas durmientes, dejandoles en la estacada.
Dicen que nunca es tarde si la dicha es buena...
Volveremos. Pero por reivindicarnos, no por ciencia infusa ni entregarnos a los delirios futuristas de charlatanes y vendepeines.

cochise dijo...

Jo, jo, Lamarca no debiera de estar pa pequeñas pulgas molestas. De momento...

Eso que comentas de publicar la entrada, me lo hizo durante tiempo en los comentarios en otros blogs. Tendrá su explicación, aunque entonces lo achaqué a las meigas. Y meigos, en estas épocas de lenguaje-parida(d).

Anónimo dijo...

Yo, como y sabeis fui exiliado pero luego volvi, nunca he dejado de pelear contra el gordo y su tribu de ogros, le problema que muy solo.
Hay que recuperar esas cualidades de UNION, HACER PIÑA, e ir de una vez a por los ogros, seamos exiliados o no.
De momento solo nos une en nuestra pelea, la puerta 0, a ver si alli consguimos unir un grupo organizado para meter caña.
REVOLUCION.
Un saludo rojiblanco para todos.

Anónimo dijo...

ya hubo un hombrecillo que mato un ogro... se llamaba david y a ver si se da una vuelta por la ribera del manzanares... por cierto (aunque me imagino que lo estarás siguiendo) hay un post de TXEMA muy de tu gusto "cuentame cómo pasó"

saludos jefe

pichon

Anónimo dijo...

pues muy orgulloso de ser un extraño ser, mucho, lo que me apena és que el fútbol y nuestro Atleti en particular, ya no és aquel cuando me metia en la cocina de casa a las cuatro de la tarde escuchando a hector del mar y anotando todos los goles e incidencias del partido en una libreta con las estadisticas, que año tras año guardaba en mi escritorio... aquello me llenaba, mis amigos al cine , yo ...a la cocina, pero se acabó, aquel fútbol ya no volverá...GIL CULPABLE, CEREZO MARIONETA.

cochise dijo...

Apache, el Atleti ha generao demasiados "cides". A lñamarca no les importa, les agrada; los suplen por aficionados sin memoria ni exigencias.

Pichçon, me mola verte pasear por aquí. Y sí, he seguido el mensaje de TXEMA. Hasta que no se traslade todo esto al cómic, lo ponga el as o se inserten líneas a lo indio en las instrucciones de la play, está jodidillo. Pero el desánimo, pa los tibios.

David, orgulloso con vos. Y ese Héctor del mar, trae otros aromas...

Un saludo a los que salís de aquí goliendo a oso.

Anónimo dijo...

...no Lobo, no, chiton no,borracho y mindundi de vez en cuando ,pero chiton no...ABRAZAZOS...