De atléticos a indios y colchoneros, pasando por atletistas

"Y usted, no pise ese Escudo..."
Luis, presidente de honor

lunes, 17 de noviembre de 2008

Gaudeamus V

Cual premonición, el numeral que marcaba la sesión de este foro de atléticos para atléticos y entre atléticos, acabó contagiándose horas después sobre el electrónico del antiguo Estadio del Manzanares. El cobertizo, también acompañaba: hotel Rafael Pirámides. Al suroeste de un monolito abrazado por una rotonda, atravesada de parte a parte por el Paseo de las Acacias. Allá donde se cruzan los caminos, tintados en sus cunetas con extrañas pinturas azules. O verdes. Repletas de 90, 110, 135, 150 ó 200 caballos. Todos bajo cáscaras de fibra matriculadas. De donde queda el transporte, al lugar de los hechos, queda un trecho que puede recorrerse en cigarro y medio, más o menos. La mañana es agradecida, y viene con una mezcla de sol y aire serrano que obliga a gafitas tintadas y pelliza. Madrid, aún duerme la resaca. Se puede comprobar en la edad avanzada de los escasos transeúntes, y en la facilidad de sortear pasos de cebra. El último, da entrada a la solana del propio hotel.

Consumimos el siguiente ritual, entre saludos casi todos efusivos, y otro pitillo marca Cháchara. Que no es tabaco exclusivo para féminas, por mucho que se anuncie así. Y, entre el humo que va disipando la brisa colmenareña, algunas almas viejas o nuevas, se entremezclan al flujo de la misma sangre. La hay vieja. Madura. Joven... Toda ella circula alrededor de la entradita del hotel, por medio de corrientes que el hombre aún no está capacitado para ver. Pero sí para sentir. Y, cada apretón de manos, significa una inadvertida transfusión, de modo que el plasma Rojiblanco acaba inundando aquél reducido espacio. Cual prólogo. Algunos giros rápidos del calzado sobre la acera, destrozando el rescoldo del penúltimo cigarro, advierten del banderazo en el simposio. Apuremos el tiempo, que ya nos metemos dentro. Por nuestro propio pie. Nótese la variación sobre el texto original de los míticos Asfalto.

Se pasa acompañao de dos compañeros de colchonero.com. Dos memorias, que se conocen ya desde hace años. Y que simpáticamente se saludaban de fondo a fondo, cada vez que un 11 que no usaba pelaje gualda, pero se apellidaba Rubio, profanaba la meta adversaria. Una vez en la sala, tomamos asiento juntos. Alrededor, siguen pululando rostros conocidos de la llamada “infantería”. Entre ellos, también figuran ilustres. No se han dejao el hombro ni la cadera por el Atleti, pero sí el alma. También. Son los no filmados. Que se sientan a unos metros escasos de los señores Rico y Alonso. Que así, tan de cerca, en camisa a cuadros y con alguna cana de por medio, parecen seres de carne y hueso. Del mismo modo que lo fueron esos Capón, Calleja, Arteche... Aquella pléyade de jugadores que aún conservan la mundanidad de apretarse unas cañas o un plato de lentejas entre sus aficionados. Pues ellos, de hecho, nunca dejaron de serlo. En esos Gaudeamus de Dios, también suceden estas magias...

Nada más tomar asiento, Cecilio Alonso gasta unos segundos en examinar el lienzo que le queda a su siniestra mano. “Le gusta la pintura”, pienso para siempre los adentros, pues hacerlo de otro modo sería conversar. Presenta el acto un compañero que siempre me pareció “lejano”, hasta que me desveló su alias a la salida. A su diestro brazo, Lorenzo Rico se adecenta el mentón con unas suaves pasadas. Allá van. El telón de acero de la extinta sección de Balonmano, cae a golpe de palabra. De Sentimiento.

Lo que allí se habló, queda para la intimidad. De fijo que se hallará en otras crónicas mejor enlazadas que la que aquí pueda parir. Los que me conocen, saben que no soy mucho de “cimas”, sino de “rutas”. Y que más vale subir cumbre que describirla. Supone un camino iniciático propio, que nadie puede hacer por otro. Acaso, esbozar los inicios de la senda, por si alguien más deseara tomarla. Y así, que estos maravillosos actos denominados “gaudeamus”, por y para el Atleti, acaben llenando pabellones, en vez de salones. Y que disfrutáramos por miles, en lugar de por docenas.

Al punto y aparte, le sigue ese cigarrillo a las afueras. Donde se vuelve a la gratificante tarea de conocer y saludar a otros atléticos que se nos habían pasao por alto en el pitillo del prólogo. A poner la oreja a tantas y tantas historietas de calá en calá, que vas digiriendo entre señores con los que el directo de los años pasaos se te arrima como el cuerno al torero. Los hay, que te hacen sentir hasta el aire del asta. El resoplar de la bestia. Los “uys” del público adyacente... Venga, vamos a comer a un restaurante cercano, Acacias abajo. Y allí proseguimos con nuestro particular “gaudeamus”. Desde el que, modestamente, aconsejo tomar asiento lo más a la verita que puedas de los señores Bernardo. Ildefonso. O Nemesio. Aunque acabes regao de vino por el énfasis de la conversación. La mancha en la ropa se quita; en la memoria, no.

Me río yo de las cámaras hipobáricas esas. Respirar Rojiblanco, no está a la orden del día. Ni a la altura de cualquiera. Y no sé si te hará más longevo... Lo que sí es seguro, es que vivirás mejor. El Atleti. El Club.

S I E M P R E A P R E N D I E N D O.-

8 comentarios:

Anónimo dijo...

...gran rato, sin duda el que pasarías y mejor compañia...muchos dicen que hay que disfrutar de las pequeñas cosas de la vida ,y yo me hago participe de esto...pero estoy seguro,que gaudeamus Atleti es grande y por eso tambien debemos de aprovechar las cosas grandes...una lastima que no multitudinarias...TODAVÍA...

...recuerdo como relatabas el anterior Guadeamus Atleti,contado como habías dibujado un escudo y tal...me dije, joder yo quiero estar en el próximo...el próximo era este y no pudo ser...espero poder asistir al próximo,este me pillo de una semana paaa otra y al no estar en Madrid,no me da tiempo material paaa organizarme la escapadilla,pero bueno...espero el video y poder estar en el proximo...
Feliz Semana,Cochise...
SIEMPREAGRADECIDO

miguel diaz dijo...

el gaudeamus de después creo que es tan importante como el oficial. el tomarse un tiempo para cruzar impresiones, cara a cara, con una cerveza en la mano o frente a una de pulpo,con atléticos comprometidos seguro que es de los tiempos más gratificantes y mejor aprovechados. un abrazo. miguel

Billie dijo...

Siempre me quedo con las ganas de ir al Gaudeamus pero la distancia y los compromisos son la distancia y los compromisos. A ver que encuentro por los foros porque el video de la Osera no se abre, mira, ahora se ha abierto.

Anónimo dijo...

Querido amigo: ayer me pidieron un artículo sobre el V Gaudeamus que he mandado esta mañana temprano. Acabo de leer el tuyo y vas a dejarme en ridículo si se llega a publicar el mío. ¡Chapeau!
Un rojiblanco abrazo
El anónimo bernardo

Anónimo dijo...

Solo para probar.4c

cochise dijo...

Un buen rato, Arturo, muy buen rato. Como comenta Miguel, entre zampa y vinito, y mucha Historia. A ver si, como Billie, podeis acercaros a alguno y coincidir.
Don Bernardo, su crónica es excepcional. Y todo lo que se prodiguen memorias como la suya, a muchos nos parecerá poco.
Un fuerte abrazo pa tós.

Anónimo dijo...

Gracias. Me avisan que mi artículo completo sobre el balonmanístico acto se publica tal y como lo envié en el blog de Gaudeamus.
Un abrazo

FERNANDO SANCHEZ POSTIGO dijo...

Allí estuve. No tuve tiempo para quedarme a comer. Fue un éxito. Un abrazo.